Cangas sonríe a Carmen Laforet

Ceferino de Blas presenta el libro sobre la escritora y sus dos veranos en esta localidad en 1962 y 1963

Cangas

La escritora Carmen Laforet (Barcelona 1921- Madrid 2004) ya es un poco más de Cangas, de esta villa en cuya playa de Rodeira pasó los veranos de 1962 y 1963 y que inspiró la investigación documental del exdirector de FARO DE VIGO, Ceferino de Blas, sobre la autora de “Nada” (Premio Nadal 1944), que recoge en el libro “Carmen Laforet sonrió en Rodeira”. Editado por el Instituto de Estudios Vigueses, la publicación fue presentada ayer en Cangas, en un acto en el que Ceferino de Blas desveló algunos de los datos de esta figura “apasionante e intrigante por sus silencios y misterios”.

La presentación del libro “Carmen Laforet sonrió en Rodeira” sirvió ayer en Cangas para encumbrar a este municipio en un acto en el que su autor Ceferino de Blas clamó por recoger el testigo de lo que Rodeira supuso de alegría en la vida de la novelista para mantener y proteger  lo mejor posible este municipio y su costa. Aseguró que la publicación de este libro le parecía grato porque coincide en el centenario del nacimiento de la escritora y porque en las numerosas biografías y trabajos sobre ella, unas minimizan y la gran mayoría ignoran su paso por Galicia. En Cangas, en donde Laforet veraneó coincidiendo con la etapa de su marido, Manuel Cerezales, como director de FARO DE VIGO, escribió la última de sus cuatro grandes novelas “La insolación”. Anteriormente había publicado “Nada” (1945), “La isla y los demonios” (1952) y “La mujer nueva” (1955). Su quinta novela “Al volver la esquina” la llevaría casi acabada a Madrid, al marchar de Cangas en 1963, pero nunca la publicó en vida. Lo harían sus hijos de forma póstuma en 2004.

Camilo Camaño, Ceferino de Blas y Xoán Carlos Abad en el salón de plenos de Cangas.   | // G.N.

Camilo Camaño, Ceferino de Blas y Xoán Carlos Abad en el salón de plenos de Cangas. / G.N.

En la presentación, se proyectaron algunas de las imágenes que publica el libro y que según explicó, el exdirector de FARO DE VIGO, Ceferino de Blas, permiten visualizar el tiempo que Carmen Laforet pasó en Vigo y en Cangas, una de ellas en la misma casa de Riamar en la que pasó alquilada su primer verano, como también la de Antonio Nores, en donde pasó su estío de 1963. Reconoció el magnífico trabajo de campo de Alberto Lagoa y su mujer Mila Patiño, con la ayuda de su hermana Marisa Lagoa, para localizar ambas casas y agradeció el trabajo de recopilación de las imágenes históricas de Cangas que realiza la Asociación Cultural A Cepa y que ayudan a contemplar cómo era el litoral del municipio antes de los rellenos.

Otro momento del acto con la portada del libro al fondo.   | // G.N.

Otro momento del acto con la portada del libro al fondo. / G.N.

En un salón de plenos prácticamente lleno, Ceferino de Blas estuvo acompañado, por el presidente del Instituto de Estudios Vigueses, Xoán Carlos Abad; y el director de FARO DE VIGO, Rogelio Garrido; además de por el artista cangués Camilo Camaño, que introdujo el acto; la concejala de Cultura, Aurora Prieto; y la alcaldesa, Victoria Portas, que se encargó de cerrarlo haciendo gala de una frase de la que ella dijo que la identifica: “Como si hubiese renunciado a algo grande por otra cosa más valiosa aún, algo imposible de explicar. El amor que sentimos por Cangas”.

La concejala de Cultura, Aurora Prieto, (segunda izda.) durante su intervención en la presentación del libro, con la portada de fondo.

La concejala de Cultura, Aurora Prieto, (segunda izda.) durante su intervención en la presentación del libro, con la portada de fondo. / Gonzalo Núñez

Entre el público estaba la mujer de Ceferino de Blas, la periodista Marisa Real; y el director general de FARO, Juan Carlos da Silva; entre representantes d ela vida política, social y vecinal de Cangas y de la comarca.

La alcaldesa de Cangas, Victoria Portas, en su intervención.   | // G.N.

La alcaldesa de Cangas, Victoria Portas, en su intervención. / G.N.

Singular

Ese protagonismo de Cangas estuvo presente en todas las intervenciones, ya fuera la de Camaño, aludiendo a la singularidad de este municipio y de sus personajes como también a la vinculación de FARO con esta península, como la de Abad que destacó que siempre era un placer acudir a Cangas, una villa que le llena de recuerdos, y sobre todo cuando se hace para la presentación de un libro, con un título “fermoso” que ya da pistas de por qué el Instituto de Estudios Vigueses, que lleva treinta años investigando, abandonaba su espacio de confort en Vigo y acudía al otro lado de la ría, en el escenario en donde se desarrolla la historia de Carmen Laforet, en un salón de plenos “a un tiro de pedra dos cerne de donde acontece esta investigación”. Destacó la labor de Blas para recuperar la figura de la novelista y animó a leer y a gozar con el libro.

El autor y su mujer Marisa Real (dcha.) saludando.   | //G.N.

El autor y su mujer Marisa Real (dcha.) saludando. | //G.N. / Cristina González

Por su parte, el director de FARO DE VIGO, Rogelio Garrido, señaló que la literatura española estaba en deuda con Cangas, que, si en 1961 Manuel Cerezales no hubiese asumido la dirección de FARO, es evidente que Laforet probablemente nunca hubiese llegado a Cangas a disfrutar del verano. Y mucho menos se hubiese quedado prendada de Cangas. Añadió que entendía la fascinación de la escritora con Cangas, en donde encontró el “oxígeno” que necesitaba una vida de aparente éxito social, pero compleja por las circunstancias familiares y vitales, y por su singular personalidad. Mostró su respeto a Ceferino de Blas, su primer director en FARO DE VIGO, y su felicitación por cómo nunca ha dejado de hacer cosas: investigar, estudiar, publicar, aprender y enseñar. Por su parte, Aurora Prieto, calificó de “agasallo” el libro para todas las personas que tienen a Cangas en el corazón y para las generaciones futuras.

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