Las escaleras de la calle Buenos Aires, en el casco vello de Cangas, se han convertido en un lugar de reunión de jóvenes tanto a la luz del día como por la noche, con la realización de botellones. La cruz de esta historia es el ruido generado y que trae de cabeza a los vecinos, así como la basura que aparece cada día, con botellas y envases de plástico tirados en las escaleras. A esto se suma las pintadas que ensucian las paredes de las viviendas. Considera, los vecinos, que se trata de actos de "vandalismo" y aseguran estar "hartos" de la situación sin que nadie intervenga. Por ello, piden presencia policial en la zona para poner fin a estos problemas y acabar con el ruido que deben soportar.

Envases tirados en las escaleras.