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Las lonjas de O Morrazo recuperan ingresos y se acercan a la normalidad

Un navalleiro descarga ayer sus capturas en el puerto de Cangas. Gonzalo Núñez

Las lonjas de la comarca de O Morrazo parece que se van acercando a la normalidad después de un año 2020 marcado por la pandemia del coronavirus, el confinamiento y las restricciones a la hostelería. Las cifras de los primeros nueve meses de 2021 mejoran de manera notable el volumen de negocio del mismo periodo del ejercicio anterior, sobre todo gracias al impulso de Cangas y Moaña. En conjunto la facturación superó los 6,2 millones de euros frente a los 4,7 millones del año anterior, según los datos recogidos en la plataforma Pesca de Galicia. Un incremento de un 23,6% que llega a las puertas de la campaña navideña y del regreso a las lonjas de especies de gran tirón en estos meses, como la centolla.

Esa mejoría en el volumen de negocio está indiscutiblemente liderada por la Cofradía de Cangas, cuyos ingresos entre enero y septiembre aumentaron en casi 800.000 euros con respecto a ese periodo de 2020. La lonja supera los 2,5 millones de euros frente a los 1,7 de hace un año, un impulso que se puede vincular a la navaja, el percebe o a la recuperación del pulpo. En lo que va de 2021 el recurso que ha aportado mayores ingresos ha sido la navaja, con un total de 642.600 euros frente a los 500.000 euros del mismo intervalo de 2020. El sector tuvo incluso menos días de trabajo, pero los precios han sido bien distintos: el importe medio de 2020 no llegó a los 10 euros, con un máximo de 16,90 euros, mientras que este 2021 el precio medio se acerca a los 13 euros el kilo y el máximo a los 19 euros.

Un navalleiro se dirige a la lonja de Cangas con sus capturas, ayer. Gonzalo Núñez

Algo similar ocurre con el percebe. De enero a septiembre del año pasado facturó 336.000 euros y en lo que va de 2021 ya se acerca a los 600.000 euros. Este marisco ya llegó a cotizarse a 123 euros el kilo y se vende a un precio medio de 60,2 euros al kilo frente a los menos de 55 del mismo periodo de 2020.

La nueva campaña del cefalópodo también se ha dejado sentir. En los últimos meses se ha constatado una ligera recuperación, que en el caso de Cangas se traduce en un volumen de negocio de 272.000 euros frente a los 166.000 de 2020.

El barco "Nuevo Carolay", ayer llegando al puerto de Bueu con sus capturas de pulpo Gonzalo Núñez

El otro motor en estos primeros nueve meses hay que buscarlo en Moaña, con una especie en concreto: el berberecho. La lonja moañesa facturó de enero a septiembre del año pasado 800.000 euros, una cifra que en este 2021 ya supera los 1,3 millones de euros. Destaca especialmente el dato del berberecho: si en los primeros nueve meses de 2020 reportó unos ingresos de 90.800 euros en lo que va de año ya está por encima de los 222.000. La almeja japónica también experimenta una significativa alza (de 455.600 euros a casi 560.000), al igual que la babosa (de 62.000 euros a más de 146.000). En conjunto, la lonja de Moaña aumentó en algo más de medio millón de euros el volumen de negocio con respecto a los primeros nueve meses de 2020.

Ese año fue especialmente malo para la cofradía de Bueu, que cerró su segundo peor ejercicio en dos décadas. La razón fue el desplome del pulpo, que fue superado por el erizo. En el periodo que va de enero a septiembre de 2021 se percibe un cambio de tendencia en clave positiva. En este tiempo se acerca ya a los 2 millones de euros de facturación, con un aumento de 130.000 con respecto al mismo intervalo.

Un marinero de Bueu descarga ayer sus capturas de pulpo en la máquina clasificadora de la lonja. Gonzalo Núñez

El pulpo se dobla en Bueu

El cefalópodo es el protagonista de esta mejoría. Si entre enero y septiembre de 2020 se descargaron en Bueu 48.000 kilos y 382.000 euros, en lo que va de año ya se superan los 81.000 kilos y más de 740.000 euros. El doble de facturación. La navaja también experimenta un ascenso destacable y pasa de 155.000 euros a más de 257.000 en estos nueve primeros meses.

Donde se registran descensos es en el percebe y en el erizo, aunque en el caso del equinodermo se puede vincular a las medidas de protección implementadas por el sector para conservar la especie y mantener los precios. De hecho, decidió finalizar la campaña el 31 de marzo, con un mes de antelación con respecto a lo autorizado. El sector ha vuelto al trabajo al comenzar octubre.

La lonja de Aldán-O Hío cierra esta serie con un incremento más comedido. Los nueve primeros meses de 2020 se cerraron con menos de 375.000 euros, una cifra que en 2021 se acerca a los 410.000 euros. Curiosamente hubo ligeros descensos en algunas de las especies importantes, pero que quedaron compensados por la navaja. En 2020 se subastaron 13.670 kilos, con unos ingresos de 117.000 euros, mientras que en este ejercicio son algo más de 16.200 kilos y más de 180.000 euros.

La tripulación del "Nuevo Carolay" muestra sus capturas, ayer al arribar al puerto de Bueu. Gonzalo Núñez

Rosas: “Era imposible que la situación fuese a peor”

El presidente de la Federación Provincial de Confrarías de Pontevedra y patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas, afirma que “era imposible que la situación fuese peor que el año pasado”. Aún así advierte de que algunos pósitos todavía siguen sufriendo los efectos de la anterior campaña del pulpo, que fue “catastrófica” para el sector. “Estuvimos arrastrando hasta mediados de año esa calamidad porque la temporada acabó en el mes de mayo”, explica.

Bueu es precisamente uno de los puertos que más padeció la escasez de cefalópodo y ahora afronta una serie de meses que son clave para verificar si la recuperación que se vislumbra desde el verano es real. “El estado del recurso es mucho mejor con respecto a 2020, pero aún estamos recuperando niveles cercanos a la normalidad. Las mejores capturas de pulpo son en invierno, a ver qué pasa a partir de ahora”, apunta el patrón mayor de Bueu. La flota de la bajura espera también con expectación la apertura de la campaña de la centolla, que es uno de los productos más demandados en esta época. La previsión de las cofradías de la provincia de Pontevedra es que la veda se levante en la primera quincena del próximo mes de noviembre.

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