El inicio de la campaña de exportación de mejillón desde O Morrazo al mercado del sur de Italia se había cortado en seco a la semana de ponerse en marcha, debido a un episodio de toxina que obligó a los biólogos del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) a cerrar todos los polígonos ubicados frente a Moaña, Domaio y Vilaboa el viernes 10 de septiembre. Se sumaban así al cierre que mantenían los sectores ubicados en la boca de la ría como los Cangas F, G y H –frente a Nerga y Liméns– que estaban cerrados desde finales de agosto.
La situación en la mayor parte de los polígonos se mantiene, aunque desde las cooperativas de mejilloneros esperan que haya reaperturas a lo largo de los próximos días. Los que sí reabrieron entre el pasado jueves y este martes fueron los polígonos de Redondela, ubicados en la ensenada de San Simón. En esta situación los productores que tienen su puerto base en Domaio y San Adrián (Vilaboa) son casi una isla en el marco de las rías de la provincia, al poder retomar con toda la fuerza posible la exportación de bivalvo.
Desde finales de la pasada semana solo de Domaio parten entre tres y cuatro camiones cada mañana, lo que supone hasta 80 toneladas de molusco cada jornada. Además de estos productores, los transportistas también respiran aliviados, señalando que “ahora mismo, en toda Galicia estamos sacando unos 10 camiones diarios solo de nuestra empresa”, explicaba ayer uno de ellos. Supone un empujón tras pasar tres semanas de septiembre parados y con los trabajadores de los polígonos centrados en separar en sacos el producto de las cuerdas para evitar su pérdida.
De todas formas, como se señaló a finales de agosto, esta campaña llegaba con menos producto del deseado. “En primer lugar por la altísima demanda para venta en fresco y sobre todo para la industria conservera”, señalan en el puerto de Domaio. Esta demanda de las conserveras se disparó con el confinamiento de la primavera de 2020 por culpa de la pandemia, y todavía no se ha frenado.
La segunda razón, según productores consultados, está en que “en los últimos años se produce menos. Hay más dificultades para que crezca el mejillón”. A esto se suma que el cierre por toxina que todavía está en marcha en gran parte de los polígonos de la ría de Vigo ha coincidido “con varios temporales, por lo que mucho producto se ha desprendido”.
A lo largo del verano los productores de mejillón trabajaron sin apenas descanso, aprovechando que no hubo episodios de toxina, para abastecer a las conserveras, lo que les dejó sin mucho producto para la exportación.
Aldán y Bueu
Ayer mismo los biólogos del Intecmar analizaron los polígonos de la boca de la ría de Vigo, así como los de la ría de Aldán. Por lo menos los primeros podrían ir reabriendo poco a poco si siguen bajando los niveles de toxina.
En el caso de Aldán, los productores no pueden poner el mejillón a la venta desde el pasado 24 de agosto, por lo que llevan un mes y medio sin poder facturar.
En lo que respecta a los bateeiros con su base en el puerto de Bueu, la situación es todavía peor con el polígono Bueu B cerrado desde el 28 de julio y las otras dos áreas de viveros afectados por la toxina desde el 4 y el 13 de agosto respectivamente, con lo que la urgencia de poder volver a la venta de producto es todavía mayor.
“La campaña parará cuando quedemos sin producto”
Al comenzar la campaña de exportación con menos producto que otros años, y perder también mejillón de las cuerdas por los temporales de las últimas semanas de cierre, productores de Domaio explicaban ayer que la venta a Italia “durará hasta que quedemos sin producto. Igual tenemos que parar para, cuando crezca más mejillón, retomarla y llegar así hasta marzo o abril, como es habitual”. Esta semana se hicieron públicos los datos del paro del mes de septiembre y los sectores relacionados con el mar también destruyeron empleos con el final del verano. Un total de 22 trabajadores más se fueron al paro a lo largo del último mes. Si los polígonos reabren poco a poco es posible que el mercado laboral también se recupere un poco en este ámbito. Además, la cofradía de pescadores de Moaña tiene abierto el plazo para la presentación de candidaturas para nueve nuevas plazas de marisqueo a pie, llegando de nuevo a 60 trabajadoras en este colectivo.
