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Pescadores de recreo siguen a la espera de Mar para volver a echar sus cañas en A Mosqueira

Ya llegaron a un acuerdo de horarios y de condiciones en el muelle con el sector bateeiro

Pescadores de recreo de Moaña en una reunión en A Mosqueira. Santos Álvarez

Los pescadores de recreo de Moaña que se quedaron sin poder echar sus cañas en el muelle de A Mosqueira, tras la nueva resolución de Portos de Galicia para regular esta actividad de ocio en los muelles de su titularidad, siguen a la espera de una respuesta de la Consellería de Mar. Los pescadores ya habían mantenido una reunión con la conselleira Rosa Quintana, el mes pasado, en la que les aseguró que la normativa estaba abierta a cambios y a ampliar las zonas autorizadas de pesca, siempre y cuando llegaran a un acuerdo con el sector pesquero que desarrollara su actividad en el muelle, en este caso el bateeiro. Los pescadores de Moaña así hicieron y en una reunión con las diferentes asociaciones de mejilloneros, todas se posicionaron a favor de que volvieran al muelle, cumpliendo unas normas de horario para no interferir en su trabajo, no subir a las embarcaciones bateeiras para echar las cañas ni manipular cabos y dejar los vehículos estacionados fuera del muelle. En cuanto al horario, los bateeiros piden libre el muelle desde las seis de la mañana hasta las cuatro de la tarde que es cuando trabajan.

La propia conselleira, en una visita este verano a Bueu, en donde los pescadores protagonizaron posteriormente una concentración de protesta, había manifestado que la solución al problema de los pescadores de recreo pasaba por seguir el mismo modelo de Moaña. Precisamente ayer Quintana se reunió con varias asociaciones de pesca recreativa para estudiar las alegaciones presentadas a la resolución, y destacó la importancia de la resolución de Portos pues autoriza y da cobertura a una práctica en 107 de los 122 puertos gallegos que antes estaba prohibida desde los años 70. Insistió en que la normativa está abierta a cambios, siempre y cuando sean compatible con la labor profesional en los puertos y destacó que los técnicos de riesgos laborales son los que dicen donde se puede autorizar esta actividad de ocio para evitar episodios como los que provocaron la muerte de seis personas en los últimos meses, ajenas a la actividad portuaria.

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