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Donón, una aldea que se rebela

Los vertidos de fecales desbordan el vaso de la paciencia de un pueblo que considera que está abandonado

Vecinos de Donón en el maltrecho camino de O Carril. | //GONZALO NÚÑEZ

Donón es punto de referencia para el turismo que llega a Cangas, y no solo en verano. Alli está la caracola, los acantilados de Cabo Home, el BIC de O Facho y sus magníficos arenales. Apenas viven 60 vecinos y cada vez hay menos juventud en la aldea. El trazado de la Red Natura impide que los padres puedan dejar fincas a los hijos para construir sus viviendas. Así que solo heredan fincas con un más que dudoso valor agrícola. Poco a poco la paciencia marinera de Donón se agota. Los vertidos de fecales en el regato son continuos y eso que la concesionaria del ciclo del agua, la UTE Gestión Cangas, construyó una nueva depuradora. Fue inaugurada incluso por la alcaldesa, pero no funciona. Los vecinos dicen que no se le paga a la empresa que la construyó y que por eso no está operativa. Pero lo cierto es que la obra, terminada hace meses, no está recepcionada por el Concello de Cangas, sin que a día de hoy se conozcan las razones. Es algo tan fácil como que acuda un técnico municipal a inspeccionar lo construido. Pero no se hace. Mientras, los vertidos de fecales inundan Donón y la postura del Concello confunde a los vecinos.

Los vecinos de Donón en el lugar donde se producen los vertidos de fecales | // GONZALO NÚÑEZ

Para llegar a hasta la EDAR sin estrenar hay que bajar por un camino con nombre, O Carril, pero que se antoja intransitable. Los vecinos cedieron parte de sus fincas y construyeron muros bajo la promesa del Concello de Cangas de que se asfaltaría. Pero pasaron los años y el camino va a peor. Esta vía concluye en la EDAR, a pie del regato, que está cubierto de cañas, sin que nadie limpie los márgenes. Allí se puede ver como los vertidos llegan al regato en medio de una densa vegetación que no cubre un intenso mal olor. El recinto donde se encuentra la depuradora ya está cercado por la maleza.

Vecinos de Donón en la carretera inacabada que conduce al Facho. | //GONZALO NÚÑEZ

En O Carril, la piedra de los muros que limitan el camino, están levantada por las embestidas del jabalí, que últimamente prolifera en la zona de una manera que preocupa mucho a los vecinos. Ya están pensando en el lobo.

Los vecinos no quieren saber nada del actual plan de circulación. Quieren que los vehículos entren y salgan por la carretera principal, nade de que entren los coches y las autocaravanas por el medio de la aldea, provocando continuas molestias a sus habitantes. Aseguran que los turistas les insultan cuando circulan por el estrecho vial interior por el que se da salida al tráfico que entra a Donón. Afirman que apenas pueden salir de sus casas cuando el tráfico es denso en verano y que hay continuas aglomeraciones que dificultan la vida diaria de los habitantes. También denuncian que reciben insultos de los turistas porque no se apartan cuando pasan en sus grandes vehículos. Por si fuera poco, está el vial de cemento que por alguna extraña razón se paró. Tenía que llegar hasta el pie de O Facho pero no llegó ni hasta la altura de la Caracola. “Y eso que ya tienen permiso de Medio Ambiente. En el Concello nos dijeron, en su día, que había dinero para terminar esa obra, pero que se invirtió en otra cosa. La asociación envió escritos a la alcaldesa de estas quejas ya en marzo y no hubo contestación”.

Donón está dispuesto a todo, desde a impedir con sus coches que se circule por el interior de la aldea hasta impedir a los camiones que transportan madera del los montes su paso por el medio del pueblo.

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