Al día siguiente de que saliera a la luz el informe de la concesionaria del ciclo integral del agua, la UTE Gestión Cangas, sobre la causa de los vertidos que provocó el día 7 de agosto que la playa de Rodeira se cerrara al baño, en el edificio Noria 4 comenzaron los trabajos para conectar el inmueble de más de 60 viviendas al saneamiento municipal de Cangas. El inmueble lleva 30 años construido y provocando continuos problemas de contaminación al río Bouzós. El edificio vierte directamente al río, como señalaron ayer los profesionales que trabajan en la obra. El Concello de Cangas obligó a la comunidad de vecinos a realizar estos trabajos, después s de que ella luchara contra el Concello y contra la concesionaria del agua, a los que consideraba culpables de las inundaciones continuas en los garajes.
El mencionado informe de la UTE Gestión Cangas hacía mención a que en el último tramo del río Bouzós había edificios que no estaban conectados a la red de saneamiento municipal. “Cabría recordar que existen varios edificio en el último tramo del río Bouzós que no están conectados con el sistema de saneamiento de la zona y que, según tenemos comprobado, conectan directamente a sus salidas de fecales en el cajón del cauce del río Bouzós, circunstancia ésa que fue puesta en conocimiento de este Concello de Cangas en el mes de enero, sin que hasta la fecha tengamos noticia de cambio alguno en esas comisiones”, apunta.
La alcaldesa de Cangas, Victoria Portas (ACE), tampoco había dado publicidad a esta orden municipal, que parece que se extenderá a los otros edificios de la calle Noria que están sin conectar. Las obras sorprendieron ayer. En un principio se pensó que otra vez había problemas en los garajes, pero después los propios operarios manifestaron que se trataba de realizar la conexión a la red de saneamiento.
A estas alturas y después de saber que existen otros informes similares, nadie se explica cómo el Concello no obligó antes a la propiedad del edificio a conectarse al saneamiento, bajo el apercibimiento de sanciones económicas. Parece que tuvo que surgir un problema como el del pasado 7 de agosto en Rodeira, que por lo visto se volvió a repetir esta semana aunque en menores proporciones, para que la comunidad de propietarios actuara, presionada por el Concello de Cangas, que según el informe de la concesionaria del ciclo del agua, sabe del problema, al menos desde el mes de enero.
Es de suponer que la misma empresa también diera a conocer a otros gobiernos esta situación impropia del siglo XXI.
