La buena relación del conde Lecquio con Bueu ya no es un secreto. El aristócrata y colaborador de televisión, que pasa gran parte de sus vacaciones en Galicia, se volvió a dejar ver ayer en Beluso, fiel a su cita con el restaurante Peixoto. El conde disfrutó de una opípara comida rodeado de amigos y familia, amenizada por las buenas vistas al mar, aquellas que propician su regreso cada verano.
Las visitas de Lecquio a Bueu comenzaron hace ya ocho años y según apunta su entorno, seguirá regresando cada vez que pueda, fascinado por la gastronomía del lugar. El conde dio buena cuenta ayer al mediodía de los manjares locales en la terraza de uno de sus lugares favoritos, el restaurante Peixoto. La estrecha relación que mantiene el italiano con Manuel “Peixoto”, el dueño del negocio, es uno de los factores claves para su regreso. “Es el mejor, un gran amigo ”, afirmaba Lecquio, cuando Manuel subía acercándole los mejores mariscos.
Con la playa de Beluso y Bueu al fondo, Lecquio, colaborador del programa de Ana Rosa, estuvo rodeado de su entorno más cercano, con amigos y familia. En su menú tampoco faltaron cigalas, camarones y los conocidos “santiaguiños”, uno de los mariscos más sabrosos de las Rías Baixas. Ante la pregunta de cuál era su favorito, Alessandro Lecquio aseguraba que era una difícil elección, ante la amplia variedad. “A mí me gusta todo, la verdad, es mi mujer quien elige”, confirmaba. Y precisamente, el italiano estaba en la mesa con la compañía de su mujer, la gallega María Palacios.
La periodista trabaja en una conocida revista del corazón y también mantiene una estrecha relación con Galicia, al contar con una segunda residencia en Nigrán. Este es uno de los motivos por los que la pareja se deja ver tan frecuentemente por la comunidad. La relación de Lecquio con Bueu se remonta a hace unos años, cuando en un torneo de golf de Domaio coincidió con el artista José María Barreiro. Este verano, Lecquio y María Palacios están pasando el verano en Vigo, coincidiendo con su aniversario de bodas. En las redes sociales de Palacios se puede ver una fotografía de ambos saltando al agua desde un velero, celebrando sus 22 años juntos. El matrimonio también visitó, recientemente, algunos restaurantes vigueses, como la Casa Rita en Baiona, o la pizzería Don Marco de Vigo.
El conde siguió su particular ruta gastronómica ayer en su lugar favorito de Beluso, acompañado también por uno de sus grandes amigos, Miguel Ángel Antón. “Hemos aprovechado la mañana para ir a jugar al golf a La Toja, Antón es un profesional”, explica Lecquio. Otro de sus grandes amigos en la zona es el artista José María Barreiro. El conde también tuvo tiempo para visitar la zona, concretamente diferentes puntos del Morrazo. Como ya es tradición, no perdió la oportunidad de reservar una mesa en el Peixoto. En la comida de ayer, Alessandro Lequio lucía una camiseta azul, con la palabra “Aless” escrita, en recuerdo a su hijo.
El dueño del local, Manuel Peixoto, afirma que regresará. “Le gusta mucho el lugar, aprovecha para visitar los alrededores y siempre que puede viene. Seguramente este verano vuelva a hacer parada aquí”, afirma Peixoto. El año pasado, el conde Lecquio aseguraba que “si se diese el caso, podría volver mañana mismo”. En esa ocasión se pronunció sobre la polémica del rey emérito, calificándola como “una cortina de humo”.
