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Festival SonRías Baixas Bueu Travis Birds Cantante

“Travis Bickle y ‘Taxi Driver’ fueron una inspiración, me dieron refugio y magia”

La cantautora Travis Birds, que estará hoy en Bueu en el Festival SonRías Baixas. | // AZULCLARITOCASIBLANCO

El Festival SonRías Baixas de Bueu afronta su tercera noche en el recinto de A Estacada. Hoy será el turno Iseo & Dodosound, que junto a The MouseHunters, revisarán algunos de sus temas más conocidos y aprovecharán para presentar algunas canciones del álbum que publicarán en breve. Justo antes, se subirá al escenario la cantautora madrileña Travis Birds, que presentará su disco “La Costa de los Mosquitos”. A buen seguro que también sonará “19 días y 500 noches después”, la canción que interpretó en el disco homenaje a Joaquín Sabina y en la que le da voz a aquella María de frente muy alta, lengua muy larga y falda muy corta.

–Esta será su primera actuación en el Festival SonRías Baixas de Bueu. ¿Qué referencias tiene del festival y de su público?

–Tengo entendido que es un sitio increíble y la intuición de que lo vamos a pasar brutal. Me estreno este año en festivales y está siendo una gran experiencia de la que estoy aprendiendo. Nunca sabes como es el público de un lugar aunque haya una tendencia general: creo que depende del día, del espectáculo, del ambiente que se logre…Por eso nunca me hago esa pregunta, me gusta verlo e intentar crearlo in situ. Aún así la intuición es maravillosa.

–Es una de las artistas invitadas en el último disco de La Pegatina, que es uno de los grupos ya clásicos del SonRías y que cerrarán el festival. ¿Le han hablado mucho de Bueu y del festival?

–Me han dicho que me va a encantar.

–Llega presentando “La Costa de los Mosquitos”, un disco que tuvo que tuvo que aplazar por culpa de la pandemia. ¿Poder publicarlo ha sido como una especie de liberación?

–Ha sido una liberación sobre todo en cuanto a poder hacerlo como quería y ver que ha servido de mucho pelearlo. También soltar estas canciones que ya llevan tiempo compuestas es una forma de eliminar cuentas pendientes y retomar un camino más presente. No hay nada comparable a cantar una canción que acabas de componer. Y en ese caso vuelvo a ponerme en ese camino, pero sumando lo que ha significado este disco y también su lucha.

–Antes de la pandemia participó en la grabación del tributo a Sabina y le tocó cantar la única canción nueva, esa en la que se pone en la piel de María, esa “media naranja exprimida” que en la canción de Sabina era de “frente muy alta, la lengua muy larga y la falda muy corta”. ¿Cómo fue ponerse en los zapatos de María y darle el “pasaporte” a Sabina?

–Ser María fue muy divertido. En mi casa se ha escuchado siempre a Sabina y cómo imaginaba yo a María es algo que, personalmente, no me queda lejos, por lo que fue una fantasía poder ser ella y darle la personalidad que yo imaginaba que tendría. En todo momento fui de la mano de Benjamin Prado, autor de la letra y gran amigo de Sabina. Trabajamos con todo el respeto hacia su trabajo y hacia la canción original intentando dotarla de humor, pero donde claramente se nota el cariño y la amistad entre ellos.

–Una vez grabada la canción, ¿llegó a conocer la opinión de Joaquín Sabina?

–Personalmente no, pero dicen que le gustó.

–Imposible por no preguntarle por “Coyotes”, la canción elegida para la serie “El embarcadero”. Una obsesión, con versos desgarradores: “Te vas/Y como los perros de caza rastrean su presa yo corro detrás/ A tierra y barro me cubro cuando te vigilo como un animal” […] “Y sea el olor/ A tierra mojada/ La prueba evidente/ Que tengas de mí”. ¿Cuál es la historia detrás de esa canción, que en el videoclip canta a bordo de un Ford Mustang?

–Una situación personal compleja que logré liberar con esta canción y esta metáfora. El videoclip es un homenaje a la apertura de “Kill Bill”, película que me alucina [de Quentin Tarantino]. El responsable de la idea y la dirección fue Alan Frederiksen, un director muy joven con mucho talento. El coche representa el vehículo hacia la locura, un poco el leitmotiv de este disco.

–En su perfil dice que Travis Birds nació cuando usted tenía 19 años, en medio de una crisis existencial. ¿Recuerda si hay algún disco, canción o artista que sirviese como una espoleta que le animase a escribir y cantar sus propias canciones, a exorcizar esos demonios interiores?

–Me gusta mucho la música y todo aquello que me parece que esta bien hecho y tiene personalidad me resulta inspirador y “exorcizante”, por lo que no puedo nombrar una sola cosa. Pero sin duda si tuve gente cerca que marcó la diferencia, gente que me dio la libertad mental de hacerlo y no pensar tanto en lo difícil que iba a ser o no.

–A estas alturas creo que Travis Birds ya es casi su “nombre real” y el que le pusieron al nacer lo reserva para el DNI. ¿La elección de ese alter ego es una especie de homenaje a “Taxi Driver” de Martin Scorsese y al Travis Bickle interpretado por Robert de Niro?

–Absolutamente. Ese personaje apareció en mi vida en un momento en el que por la lectura que hice de él y de la película, me resultaron tremendamente inspiradores, y me dieron magia y refugio. Mi vida empezaba de cero y por las circunstancias no tenía mucha elección en como se estaban desarrollando las cosas, pero sí quise aprovechar ese contador a cero para elegir como quería sonar cuando me nombrasen. No sabía en ese momento como de importante iba a ser para mi lograr ese “pequeño” gesto y llevar a cabo mi romance con su significado.

–El nuevo disco acaba con una canción, que supongo que es casi un divertimento, “Concierto para chicharras”. ¿Cómo surgió esa idea?

–Las chicharras son un lugar y un espacio en la que quedarse a solas con el pensamiento. Como cuando acaba una película y quedas en silencio pensando. Pues yo quería ese espacio pero en un sitio lleno de naturaleza, donde verse y darse cuenta que las chicharras, por ruidosas que sean, nunca lo serán más que el ruido de nuestros propios pensamientos.

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