Tras dos días de travesía desde el Gran Sol, en Irlanda, el pesquero "Manuel Laura", de la casa armadora viguesa Herederos de González Parada, amarró este martes pasadas las cuatro de la tarde en el puerto de Vigo para que su tripulación reciba asistencia médica, tras confirmarse un positivo de COVID-19 el sábado pasado e ir en aumento los marineros con síntomas compatibles de coronavirus, hasta el punto que ya son diez de los doce tripulantes los que los presentan, con fiebre y cansancio. Uno de ellos incluso llegó a Vigo con algo más de 39 de fiebre.

La sorpresa de la tripulación, que vivió una amarga experiencia de desatención por parte de las autoridades irlandesas por temor al coronavirus, hasta el punto de sentirse como "leprosos" y optar por el regreso a España, es que en el muelle en Vigo solo estaba la Guardia Civil y la Policía Portuaria, pero ninguna autoridad sanitaria. Casi dos horas después de la llegada, se encontraban a la espera de una ambulancia para el traslado de los enfermos.

El patrón del barco, el cangués Francisco Piñeiro, habla con representantes portuarios.. Pablo Hernández

Desde la Consellería de Mar aseguran que el protocolo en este caso es de Sanidade.