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La comarca perderá casi 7.200 vecinos hasta 2035 y la edad media superará los 51 años

Familias, ayer, en uno de los parques infantiles de la comarca de O Morrazo. Santos Álvarez

La comarca de O Morrazo perderá en los próximos 15 años casi de 7.200 habitantes y la edad media de su población aumentará en seis años, pasando de los actuales 45,3 años a más de 51,1 años. Estos datos forman parte de las proyecciones de población efectuadas por el Instituto Galego de Estatística (IGE) para el periodo 2019-2035, que se acaban de dar a conocer. Unas previsiones que apuntan hacia un constante y progresivo envejecimiento de la población y con años especialmente difíciles en el saldo vegetativo, que es la diferencia entre el número de nacimientos y defunciones.

Las estimaciones del IGE apuntan que la comarca de O Morrazo –incluyendo Marín– cuenta en estos momentos con algo más de 81.600 habitantes y calculan que esa cifra se reducirá hasta las 74.433 personas en el año 2035. Actualmente el grupo de edad más numeroso es el de la población entre 40 y 44 años, con más de 7.161 vecinos, y le sigue el segmento de 45 a 49 años, con 7.094. La situación será diferente en ese horizonte de 2035, según los cálculos del IGE. Para entonces el grupo de edad más numeroso será el de 55 a 59 años, con 7.005 personas, seguido muy de cerca por el tramo de 60 a 64 años.

Las proyecciones también son especialmente preocupantes por la inversión en la pirámide de población. En la actualidad los menores de 20 años son 14.015 personas, mientras que las que superan los 65 años de edad son 17.550. Esa diferencia se ensanchará de manera mucho más pronunciada en el horizonte temporal de 2035: para entonces se prevé que los menores de 20 años sean casi 9.200 vecinos y los mayores de 65 años van a superar las 23.300 personas. Resulta llamativo como el aumento de la esperanza de vida favorecerá superar el umbral de los 100 años. El IGE estima que ahora mismo en el conjunto de la comarca hay una docena de centenarios, en su mayoría mujeres (9). Esa cifra se quintuplicará en 2035 puesto que se estima que habrá hasta 62 vecinos con más de un siglo de vida. Igualmente, la mayoría serán mujeres: 49 frente a 13 varones.

Esto tendrá su repercusión en el índice de envejecimiento de la población. Esta variable estadística representa el porcentaje la población mayor de 64 años sobre la menor de 16 años. Ahora mismo ese índice es de casi 121, lo que significa que hay 121 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16. Se trata de un máximo histórico, que está en consonancia con lo que ocurre en el resto de España. Ese índice seguirá aumentando de manera inexorable durante los próximos quince años: la proyección estimada para 2035 ese esa proporción sea de 254 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16.

El conjunto de Bueu, Cangas, Moaña y Marín presenta en estos momentos un saldo vegetativo de carácter negativo, con -258. Es decir, el número total defunciones superó en 258 al total de nacimientos. Esta tendencia a un crecimiento vegetativo con carácter negativo se mantendrá durante los próximos 15 años, alcanzando máximos históricos en 2035, cuando la diferencia entre alumbramientos y defunciones será de -475.

Esta variable estadística se ve corroborada con la proyección de nacimientos proyectados durante ese periodo. El estudio que acaba de publicar el IGE apunta que esa cifra en O Morrazo era de 452 en el año 2020 y de 434 en el presente 2021. Ese declive en el número de partos continuará acentuándose hasta alcanzar solamente 370 en el año 2032.

Una pareja paseando ayer con un bebé en la comarca de O Morrazo Santos Álvarez

Al mismo tiempo esta situación tiene influencia en la tasa bruta de natalidad y en la edad media de maternidad. El primer índice representa el número de nacimientos por cada 1.000 habitantes. Actualmente se sitúa entre 5,4 y 5,6 y se puede considerar que es muy baja. Los pronósticos apuntan que ese descenso continuará en los próximos años. A partir de 2025 estará por debajo de 5 y llegará a mínimo de 4,8. Hacia el final de la serie proyectada se calcula que podría repuntar hasta una tasa de 5 en el año 2034.

En lo que respecta a la edad media de maternidad, ahora mismo se sitúa en los 33,8 años. A medida que avance el periodo 2020-2035 esa edad media irá en aumento hasta superar los 35 años, según el IGE.

El descenso de la natalidad no se verá siquiera compensado con el saldo migratorio. Este concepto mide el número de entradas por migración en relación a las salidas por este mismo concepto. Lo ideal es un saldo positivo: que el número de llegadas supere al de salidas. Pero todo indica que no será así. El saldo migratorio en la comarca de O Morrazo por cada 1.000 habitantes es actualmente de casi -3 puntos. La proyección del IGE prevé una mejoría que permitirá tener un balance positivo, pero absolutamente insuficiente porque ni siquiera llegará a 1 punto.

Los nacimientos anuales superaban los 1.600 hace 45 años y hoy no llegan a 500

Los datos anteriores son proyecciones y aunque puede haber variaciones la tendencia está clara. Esas estimaciones tienen el soporte de datos que resultan incuestionables. Es el caso del número de nacimientos registrados en la comarca de O Morrazo durante los últimos 45 años. En 1975 los alumbramientos en Bueu, Cangas, Moaña y Marín alcanzaban los 1.639. En el año 2020 no llegaban siquiera a los 500: un total de 493 según el IGE.

Bueu registró en 1975 hasta 276 partos y alcanzó un máximo de 286 en el año 1978. Desde entonces el declive ha sido constante. La última vez que hubo más de 200 partos fue en 1983 (201) y desde 2014 no se alcanzan los 100. En 2020 fueron solo 77.

Cangas alcanzó su pico de nacimientos en el año 1977, con un total de 524. En 2014 se superaron por última vez los 200 (208) y en 2020, tras dos años por debajo de 150, se contabilizaron 159.

Moaña registraba en 1975 un total de 414 neonatos. La última vez que superó la barrera de los 200 fue en 2009 (215) y antes llevaba 16 años sin conseguirlo. En 2020 los partos fueron solo 109

Se consolida un crecimiento vegetativo negativo en todos los concellos

Las proyecciones que indican que el crecimiento vegetativo será negativo durante los próximos quince años no son nuevas. En realidad es una tendencia que ya está consolidada desde hace años y que es consecuencia del menor número de alumbramientos.

Bueu llegó a tener un saldo vegetativo de +204 en el año 1978, pero desde el año 2000 se consolida una curva con más fallecimientos que partos. La última vez que hubo un dato positivo fue en 2011 (+21). Desde entonces siempre ha sido negativo, con el peor dato de -57 en el año 2018.

En lo que respecta a Cangas, en el bienio 1977-1978 tuvo un saldo positivo por encima de 300 (+356 y +334). Desde 2011 la tendencia es negativa, con la excepción de 2013 con un crecimiento de 10. La peor cifra se contabilizó en 2019, con -105.

Moaña experimenta el mismo proceso. En 1978 tuvo un balance positivo de +300 y desde entonces el declive ha sido constante. Desde 2011 el signo es negativo, llegando a una diferencia entre nacimientos y decesos de -60 durante el año 2020.

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