La Policía Local de Cangas identificó a la propietaria de una vivienda de la calle David Cal, en Vilariño, donde se hacían trabajos de pintura cuyos restos fueron depositados en el sumidero de aguas pluviales y acabaron en el río que desemboca en la playa. Los agentes respondieron a una denuncia vecinal porque el río bajaba teñido de blanco, indagaron en su origen e identificaron a los posibles responsables, trasladando la denuncia a los servicios jurídicos del Concello y a la Consellería de Medio Ambiente.

Los hechos ocurrieron el martes por la tarde. La marea estaba subiendo y el río presentaba una mancha de unos 20 metros en el tramo final del cauce. La inspección ocular llevó a los agentes hasta el inmueble de la calle David Cal de donde habría salido, ya que en ella se había realizado trabajos de pintura y aún quedaba un reguero junto al registro de pluviales.