El Concello de Bueu ya tiene la autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural para poder abordar la transformación del antiguo cementerio municipal, que se quiere convertir en una gran zona ajardinada de 1.500 metros cuadrados. El permiso del departamento autonómico es preceptivo y vinculante porque el espacio se encuentra al lado de la iglesia parroquial de San Martiño. Lo único que se solicita desde Patrimonio es que justifique la procedencia del hórreo que se pretende colocar en el lugar, que era el que estaba en los terrenos de Massó.
El gobierno local dispone desde finales del año pasado del proyecto técnico para esta obra y lo presentó a la convocatoria del Plan Concellos 2021, al tiempo que tramitaba la autorización con Patrimonio. El presupuesto estimado supera los 135.000 euros y prevé la construcción de un nuevo acceso desde la carretera de O Valado. La actuación servirá para construir un nuevo muro, superpuesto al actual, y el desnivel se sorteará con dos tramos de escaleras: uno comunicará directamente con los nuevos jardines y el otro con el atrio de la iglesia.
Uno de los atractivos del proyecto es la recuperación del hórreo que estaba dentro de los terrenos de los Massó en el centro de Bueu, donde hoy está la gran plaza pública. “Patrimonio nos pide que se justifique su procedencia, pero se trata de un mero formalismo”, explican desde el gobierno. Esta construcción fue desmontada y luego donada a la Iglesia. El acuerdo entre el Concello y la institución eclesiástica es total en este sentido puesto que se ve con buenos ojos la recuperación de este elemento patrimonial.
El Concello espera ahora que la Diputación de Pontevedra apruebe cuanto antes la subvención para poder licitar y acometer cuanto antes esta obra. El proyecto prevé la conservación del panteón que se encuentra en la parte central de los terrenos, delimitar una serie de senderos perimetrales y otro central, la dotación de mobiliario público y el acondicionamiento de dos miradores. El más amplio estará en la parte norte y construirá aprovechando la estructura de un muro perimetral parcialmente derruido.
El Concello ya intentó en el pasado promover una intervención para regenerar este lugar, que está en desuso y que en algunos puntos presenta problemas de salubridad. Pero en aquel entonces la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural no dio su visto bueno al proyecto porque entendía que algunas de las soluciones planteadas no eran acordes al espacio.
