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La asamblea de Santiago Apóstol cesa al vicepresidente que denunció a Ángela Rodas

Luis Miguel Fernández, de espaldas, con varios voluntarios que acudieron a la asamblea al Comedor Social. | // GONZALO NÚÑEZ

La asamblea de la Asociación Santiago Apóstol que gestiona el Comedor Social de Cangas cumplió el propósito de la junta directiva de cesar en el cargo de vicepresidente a Luis Miguel Fernández, persona que denunció ante Fiscalía a la actual presidenta Ángela Rodas y por extensión a Juan Luaces, que ocupa el cargo de secretario.

El demandante llegó al Comedor Social de Cangas con un fajo de documentación, un notario y con la intención de asistir a la asamblea. Acudió acompañado de varios voluntarios y con la intención de participar y sacar a relucir, según él, determinadas facturas. Pero en la puerta se encontró con socios que recriminaron su actitud de forma contundente y en tono de enfado. Desde la junta directiva se indicó que a la asamblea solo podían asistir los socios, por lo que los voluntarios que acompañaban a Luis Miguel Fernández se quedaron a las puertas.

Minutos después, sin haber pasado el umbral del comedor donde se celebraba la asamblea, el hasta ese momento vicepresidente de la asamblea optó por irse. Se marchó diciendo que la asamblea no lo podía echar sin estar presente y que podría recurrir su cese (era consciente de lo que iba a decidir la asamblea) a la Justicia. Cuando ya encontraba a cierta distancia del local y parecía que la asamblea había comenzado, un representante de la Asociación Santiago Apóstol se acercó a él para dejarle bien claro que podía entrar a la asamblea, ya que era socios, que para nada se impedía la entrada. Una cosa es que no se permitiera a la prensa sacar fotografías de la asamblea y otra muy diferente que a él se le prohibiera el paso. Más tarde, Luis Miguel Fernández dijo que había hablado con su abogada y que entendía que al no identificarse la persona que se había acercado hasta él para invitarle a entrar a la asamblea la comunicación carecía de validez.

Luis Miguel Fernándzez, delante y el notario detrás, con un voluntario. | // GONZALO NUÑEZ

En la asamblea de la Asociación Santiago Apóstol se produjo una renovación de la junta directiva, pero Ángela Rodas continúa al frente como presidenta. Fue ella quien, al terminar la asamblea , quiso dejar bien claro que a Luis Miguel Fernández no se le había prohibido la entrada, sí a un grupo de personas que lo acompañaban, porque no eran socios. Eso no quita que se acordase su cese, como estaba previsto. Rodas también manifestó que con el cese de Luis Miguel Fernández ya se desbloquea un préstamo que él tenía retenido. Al no figurar ya como vicepresidente de la asociación no puede manejar esa cuenta abierta y se liquidará un préstamo que Ángela Rodas considera que no se debió de haber pedido.

En la composición de la nueva directiva desaparece la figura de vicepresidentes y Juan Luis Luaces continuará en su cargo de secretario de la asociación.

Ángela Rodas pasó una semana llena de sobresaltos y para ella la asamblea fue un momento decisivo porque se volvía a retomar el mando de la asociación ante el “ataque” de Luis Miguel Fernández, que culminó con una denuncia ante la Fiscalía en el que pone de manifiesto indicios de delitos que la presidenta Ángela Rodas siempre negó y a los que contestó en el día de ayer a través de su abogado. Ángela Rodas espera haber acabado con un conflicto que interrumpió la buena marcha del comedor social de Cangas y en lo que considera ahora hay que centrarse, porque la necesidad es grande.

El Comedor Social de Cangas realiza una gran tarea en el municipio y cuenta con el apoyo de numerosas empresas que donan sus productos para que en el citado centro no falte de nada y todo el mundo que lo necesite pueda comer.

Una semana de controversia en torno al comedor social

A principios de semana, Luis Miguel Fernández, hasta ese momento vicepresidente de la Asociación Santiago Apóstol, hacía pública su denuncia ante la Fiscalía de Pontevedra por irregularidades y presuntos delitos de la presidenta del colectivo, Ángela Rodas y por extensión al secretario Juan Luis Luaces. Tras hablar con su abogado, la presidenta Ángela Rodas contestó a las acusaciones y aseguró que todo era una venganza del vicepresidente y que había convocado una asamblea para cesarlo. También contestó una a una todas las acusaciones. Recordó que el dinero invertido en preferentes se recuperó, que los voluntarios sí tenía seguro gracias al convenio con el Concello de Cangas y que nunca hubo accidentes en el comedor. Negó las acusaciones de falsedad de documental en la compra del local y recordó que precisamente todo este expediente para adquirir el local que estaba en manos de un fondo de inversiones lo llevó directamente Luis Miguel Fernández.

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