Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Marcelo Scapinachis Artesano y organizador de Argálica

“La artesanía es mucho más que comercio, es la cultura del pueblo”

Marcelo Scapinachis,delante de uno de los carteles publicitarios de Argálica. Gonzalo Núñez

Han pasado treinta años desde que Andrés Otero organizara, en 1991, la primera feria de artesanía en Cangas. Desde aquel momento han cambiado muchas cosas, con incluso una pandemia de por medio. Sin embargo, Argálica y su afán divulgativo de los oficios tradicionales permanecen inquebrantables. Año tras año, diferentes artesanos se reúnen en Cangas para dar a conocer sus productos y sus técnicas a los visitantes. Marcelo Scapinachis, actual organizador de la feria, analiza la evolución del evento en los últimos años y sus retos más próximos, con la mirada puesta en el abaratamiento de los costes de participación.

–Este año Argálica celebra su 30ª edición. ¿Qué balance hace de este recorrido?

–Nunca es fácil durar treinta años, hemos llegado con el trabajo y el apoyo de mucha gente. En el correr del tiempo hemos pasado por todos los partidos del espectro político de Cangas. Es importante que las formaciones políticas se den cuenta de que la artesanía no solo es gente vendiendo, sino talleres artesanos que ofrecen cultura del pueblo. Tuvimos años buenísimos y otros peores, pero creo que estos dos últimos han sido muy complicados en cuanto a público. Nunca habíamos vivido una situación así salvo el año de los incendios en O Morrazo.

–¿Qué objetivos persigue la organización de una feria de artesanía?

–La finalidad siempre es la supervivencia de los oficios.Los artesanos proceden de diferentes lugares y ofrecen productos,pero no es comercio, sino mantenimiento de técnicas milenarias. Es muy importante sostenerlo culturalmente, por eso organizamos este tipo de ferias donde los que vendemos somos los que producimos. También hay un contacto directo con el público, podemos explicarle a la gente como hacemos los objetos. Lograr esa retroalimentación o feedback con los clientes es mucho más interesante que cuando hay una relación simplemente comercial y no hay una calidad de la información final.

La feria se desarrolla en los jardines de O Señal, en el centro de Cangas. Gonzalo Núñez

–Treinta años después, ¿Cómo es la respuesta de la gente, cuenta Argálica con un público consolidado?

–Hay una audiencia fiel de Cangas. La feria es un punto de encuentro donde mucha gente se reúne con sus amigos. También hay un público turístico leal, que viene cada verano a Cangas. Por último, está el público de paso que prefiere llevarse un producto original, hecho artesanalmente, que un souvenir que se puede encontrar en cualquier otro lugar.

–Se puede decir que Argálica no se ha dejado vencer por la pandemia ya que se ha podido celebrar en estos dos años . ¿Se ha notado la crisis en las compras?

–El año pasado Argálica fue la primera feria de artesanía que se hizo en Galicia en tiempos de pandemia, fuimos pioneros.Se ha notado el descenso de las ventas. El año pasado vendimos un 25% menos,pero esperábamos una bajada aún mayor. En esta ocasión venimos con la expectativa de vender lo mismo que la edición anterior. No sabemos como va a ser la segunda mitad de la feria, pero la primera está siendo bastante floja. Hay visitantes porque los hoteles y las casas están alquiladas, pero creo que están saliendo menos. Hay un cambio en las costumbres de la sociedad y lo estamos notando.

Visitantes ayer en los puestos de Argálica, en Cangas. Gonzalo Núñez

–La situación también ha cambiado con la popularización del comercio online. ¿Cómo se enfrentan a esta situación?

–Ir a una feria y sentir la artesanía es mucho más interesante que comprar por Internet. La gente prefiere ver y tocar los productos antes de adquirirlos. La foto que te muestra una pantalla no refleja los colores reales de las cosas. El tacto también es fundamental cuando hablamos de artículos hechos con las manos. No obstante, casi todos los talleres artesanos que participan tienen su página web y redes sociales, no podemos ser ajenos.

–En esta edición planean organizar un homenaje a distintas personalidades que contribuyeron a la pervivencia de Argálica. ¿En qué consistirá?

–Por estas treinta ediciones ha pasado mucha gente y desde AFIGA, la asociación que organiza la feria, queremos recordar al alma máter, Andrés Otero. También a personas que la organizaron otros años como Agustín Barreiro o Suso Calo, y al funcionario que siempre le tocó hablar con nosotros y ayudarnos, Lao Graña. En la parte política, se va a homenajear a la gente que participó durante estos años. A todos se les dará un obsequio y se les recordará que la artesanía es mucho más que comercio. Entre los homenajeados está el recientemente fallecido, Xosé Manuel Pazos. Siempre que ibas a hablar con él, las palabras que tenía eran:“Para Argálica todo lo que se necesite”.

–¿Qué expectativas tiene la feria de artesanía para sus próximas ediciones?

–El futuro pasa por abaratar los costes de participación. Estamos viendo que cada vez se vende menos, obviamente el efecto pandemia ha influido. El objetivo es conseguir que las administraciones públicas se comprometan con la feria para que pueda ser un poco menos costosa para los que participan. La finalidad es convencer a los gestores de lo público de que la artesanía es importante como cultura.

Varios puestos de Argálica, en Cangas. Gonzalo Núñez

La feria continúa hasta el 25 de julio

Argálica afronta la segunda mitad de la edición con el objetivo de remontar las flojas ventas de los primeros días. En los diferentes stands, los visitantes se encontrarán con productos de cerámica, vidrio o marroquinería. El horario es de 11.00 a 14.00 y de 19.00 a 23.00 horas. También habrá demostraciones de talleres artesanos a las 12.00 y 19.30 horas.

Compartir el artículo

stats