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Una mujer aparece muerta en Tirán con signos de violencia y la investigación apunta a un homicidio

Agentes de la Guardia Civil y la unidad de criminalística, ayer por la tarde, en la casa de la PO-551. | SANTOS ÁLVAREZ

La tragedia salpicó ayer a la parroquia moañesa de Tirán, tras la aparición de una de sus vecinas –Cándida S.P. de 72 años– muerta en su domicilio del barrio de Vilela con evidentes síntomas de violencia. Fueron su hijo y un vecino los que encontraron el cuerpo y dieron la alarma al 112 alrededor de las 15.20 horas. A la zona llegaron en un primer momento una patrulla de la Policía Local y una ambulancia del 061, que finalmente no tuvo que intervenir al encontrarse la víctima sin vida. La Guardia Civil y un equipo de Criminalística del instituto armado permanecieron en la casa durante toda la tarde, hasta que se autorizó el levantamiento del cadáver. Aunque oficialmente se están investigando las causas de la muerte, la principal hipótesis es la del asesinato, al aparecer, la víctima, tumbada en el suelo, con las manos atadas y daños importantes en el cuello.

El despliegue por la investigación atrajo hasta la zona a muchos vecinos. | SANTOS ÁLVAREZ

El hijo, tras intentar que la madre le abriese la puerta y no obtener respuesta, trató también en vano de abrir con su propia llave pero no entraba en el cerrojo. Fue entonces cuando pidió ayuda a un vecino de la zona. Con una pata de cabra ambos forzaron una ventana lateral de la casa, de baja altura, para entrar en el interior. Se encontraron entonces el cuerpo de la víctima, en la planta baja. En la parte interior del cerrojo habían roto una llave que impedía abrir la puerta desde fuera.

En principio no se registraron indicios de robo, al no estar la casa revuelta, pero los agentes investigaban cualquier móvil que permita explicar las razones del presunto crimen. La mujer residía sola.

La presencia de tantos cuerpos de seguridad alertó a los vecinos del entorno, pues la casa se encuentra pegada a la carretera general (PO-551). Los vecinos lamentaban lo ocurrido e incluso aseguraban que “Cándida estaba perfectamente. Yo la veía todos los días regando y era una mujer que siempre estaba contenta”. Una vez que corrió como la pólvora la situación en la que estaba el cuerpo, los vecinos dieron por hecho que se trataba de un asesinato “aunque no entendemos por qué”.

“Nosotras no vimos nada. Ojalá hubiésemos visto a alguien entrar en la casa para poder ayudar a la Guardia Civil”, se lamentaba un grupo de vecinas en una casa situada al otro lado de la carretera general.

El vecino que ayudó a acceder al interior al hijo de la víctima no se atreve a determinar lo ocurrido “porque ahora depende de lo que concluya la Guardia Civil”. Con él conversaba otro residente en la zona. “Cuando vi el revuelo me imaginé algún accidente o un infarto, pero no algo con violencia. La víctima lleva muchos años viviendo en esta zona”, relata.

El propio hijo de la vecina fallecida permaneció en el lugar durante todas las averiguaciones, explicando varias veces lo que había visto a la Guardia Civil. Visiblemente afectado, declinó hacer declaraciones sobre lo visto.

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