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Alarma por el aumento de suicidios en Moaña mientras el servicio de salud mental está saturado

Área de salud mental en Cangas, a donde se deriva a los moañeses. | G.N.

El incremento de los suicidios en Moaña en los últimos meses causa alarma en los equipos de emergencias del municipio. Desde el comienzo de 2021 los agentes municipales han atendido seis casos de vecinos que habían acabado con su propia vida por distintos procedimientos. Todos ellos están confirmados judicialmente como suicidios, aunque la Policía Local advierte de otros casos que podrían considerarse como muerte autoinfligida aunque no quedó probado al carecer de pruebas sobre las circunstancias de lo ocurrido. A esto se le suma la intervención de fuerzas del orden en varios casos de intento de suicidio que finalmente no se consumaron.

Si bien el incremento de este grave problema se venía detectando en los últimos meses, las alarmas saltaron hace dos semanas, cuando con pocos días de diferencia se quitaron la vida tres vecinos en distintos puntos del municipio.

Aunque no existe una pauta común en todos estos casos que los puedan vincular, por ejemplo, con la crisis económica, lo cierto es que el número de suicidios desde el confinamiento ha aumentado en toda España. En los últimos días se conoció que solo en Cataluña se advirtió un incremento del 27% de casos entre adolescentes y jóvenes en el último trimestre de 2020.

Esta “pandemia silenciada” contrasta con la escasa inversión en materia de salud mental desde las administraciones públicas. Por ejemplo, el Concello de Moaña no dispone de ningún servicio de psicología especializado al respecto. La edil de Benestar Social, María Ortega, explica que “no se trata de una competencia municipal y el servicio de salud mental del Sergas está muy saturado”, se queja.

El Concello solo dispone de la psicóloga del Centro de Información á Muller (CIM). En Moaña la gran mayoría de los que se quitan la vida son varones, un dato que se corresponde con lo que ocurre a nivel estatal. En 2018, por ejemplo, en España se habían suicidado 2.619 hombres por 920 mujeres.

La crítica desde el Concello a la saturación del servicio público de salud mental la corroboran los propios sanitarios de la zona. Moaña carece directamente de este servicio y sus vecinos deben ser derivados al psiquiatra o al psicólogo de Cangas, en donde la lista de espera siempre fue grande “pero desde el inicio de la pandemia la demanda es mucho más alta”, alertan sanitarios. Los casos más urgentes suelen derivarse al hospital.

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