Aún con medidas de seguridad en cuanto a distancia social y aforo frente al COVID, el Conservatorio y la Escola de Música “Mestre Inocentes Camaño” de Cangas pusieron ayer el broche de oro a este curso de la pandemia que, pese a todos los inconvenientes con clases con pantallas para evitar los aerosoles y dobles mascarillas, se desarrolló sin contagios ni confinamientos asegura su directora, María Jesús Torres.

La alcaldesa y la edil de Ensino, en el concierto. | // SANTOS ÁLVAREZ

La tregua de la lluvia permitió que los alumnos pudieran salir ayer por la tarde a la calle para protagonizar un aula abierta de chelos y una audición de violín y viola en la Capela do Hospital; y un concierto en la Praza da Constitución en el que participaron el Coro de adultos, la Orquesta de cuerda, los estudiantes de Piano y Voz y el Grupo de chelos. El viernes, los alumnos de la Big Band, Orquesta, Percusión, Guitarra y los dúos de violín y piano y de violines ya ofrecieron un concierto en el Auditorio.

El de ayer se desarrolló en una plaza con aforo limitado y todo el público sentado en sillas, entre ellas la alcaldesa, Victoria Portas; y la edil de Ensino, Ingrid Loredana.

María Jesús Torres asegura que después de la pandemia y con el curso anterior con los alumnos en casa y con algunos de ellos sin medios para poder trabajar desde el confinamiento, el de este año ha resultado bastante bien, aunque con medidas fuertes, organizando las entradas y salidas cada cinco minutos para no coincidir todos y con el centro reconvertido. Las restricciones de mayor distancia social sí que redujeron el número de alumnos, aunque la matrícula se cubrió al cien por cien. Hubo 116 en el Conservatorio, cuyo ingreso se realiza por prueba de acceso; y 220 en la Escola de Música “Mestre Inocentes Camaño”, cuya entrada se realiza por sorteo.

María Jesús Torres confía en que el próximo curso haya normalidad, con menos restricciones y de separación.