La playa de O Con, la única de Moaña que lucirá la distinción turística bandera azul, tiene vedado el acceso a su franja de arena más cercana al muro del mirador de O Fiunchal, en A Masandía, debido a los graves problemas detectados en los últimos meses. El verano pasado incluso se habían registrado caídas de cascotes sobre la arena.
En los últimos días el Concello balizó las playas más concurridas de Moaña para determinar la distancia a la que deben permanecer las embarcaciones. En el caso de O Con el balizamiento se prolonga hasta la propia arena, cerrando un rectángulo que incluye tanto la lámina de agua como la zona de arena a la que no se puede acceder por precaución.
El Concello había decidido vallar, a comienzos de mayo, el acceso a la parte superior de este mirador por el mismo riesgo. Tras realizar unas catas con personal propio en ambos muros –el que cae sobre la playa y el que une el mirador con la carretera– se tomó la decisión de contratar a una empresa externa para acometer una inspección exhaustiva tomando muestras de los materiales de construcción para conocer cómo han resistido el paso del tiempo. Hasta tener claro que el estadio de deterioro no implica daños estructurales, no se reabrirá ni el mirador ni el tramo de playa. La inspección ya comenzó ayer, con la retirada de la pérgola del mirador. Los operarios contratados están coordinándose con el capataz de obras del Concello.
El mal estado de este mirador había sido denunciado por la Asociación de Veciños de Tirán en varias ocasiones y el Concello llegó a alertar del problema a Costas del Estado.
Los dos muros en cuestión –uno con el hormigón a la vista y otro recubierto con piedra– se han construido a finales de los años 80 del pasado siglo, y desde entonces no han sido renovados.
El objetivo es poder determinar el estado de la alta estructura antes de la llegada del mes de julio, cuando comienza la temporada oficial de baños y el Concello debe tener desplegados a los socorristas en O Con para poder izar su bandera azul.
