La asociaciones de alfombristas de la comarca empezaron ayer a trabajar en la confección de los tapices que hoy luciarán en la celebración del Corpus Christi, aunque en una fiesta condicionada a las restricciones del COVID-19, con distancia de seguridad. Ayer en la parroquia de San Martiño, en Moaña, las mujeres de Alfombrist@s de San Martiño trabajaban tanto en el tapiz dentro de la iglesia como en el otro que lucirá en el exterior de la iglesia. El tapiz del interior del templo, de 2x3 metros, estará realizado en serrín teñido y dedicado a San José.

Mujeres de San Martiño, trabajando ayer en el tapiz. | // SANTOS Á.

La alfombra floral en el exterior, de 4x6 metros, ya se confecciona con flor natural y el motivo está relacionado con la paz. La Agrupación Alfombrist@s de San Martiño está integrada en la Asociación Moaña AntiQua y sus integrantes son socios fundadores de la Federación Galega de Asociacións de Alfombristas de Arte Efémera.

Los tapices en Bueu

En Bueu cerca de un centenar de alfombristas desafiaron ayer al sol y al fuerte calor para elaborar las dos alfombras de este año, una gigante de 150 metros cuadrados situada en la Praza Massó y otra de unos 20 metros cuadrados en la entrada de la iglesia de San Martiño. Su tarea arrancó a las 9 de la mañana y la previsión era la de acabar de madrugada, entre las 2 y las 3, habida cuenta del buen ritmo que llevaban.

“Vamos bastante bien, pero es un tapiz grande y de mucho detalle, con mucho trabajo”, señala la presidenta de los alfombristas buenenses, María de Carmen Santos. El mayor enemigo, sin lugar a dudas, fue el calor. “Fue achicharrante, pero los alfombristas estamos acostumbrados a soportar todo, viento, lluvia, sol...”, asegura entre risas. Por la alfombra fueron desfilando varios grupos, realizando turnos tanto para repartir el trabajo como por protocolo Covid y así evitar aglomeraciones. No faltaron tampoco los curiosos que se acercaron por la zona para ir comprobando cómo iba cobrando forma progresivamente. Y es que el diseño prometía, al ser un homenaje a los alfombristas de Bueu, con las figuras de personajes reales.