El alumnado Stembach del Instituto As Barxas de Moaña, que es el bachillerato de excelencia en Ciencias y Tecnología que busca la investigación científica en conexión con la enseñanza universitaria, presentó ante una comisión formada por personal del Centro Oceanográfico de Vigo (Instituto Español de Oceanografía), con la dirección del instituto y el profesor tutor, el proyecto desarrollado durante dos cursos sobre aspectos relativos al ecosistema de la ría de Vigo.
El trabajo, tal y como señala Carlos Chapela, jefe del departamento de Bioloxía y Xeología y coordinador del proyecto Stembach, se centró en dos aspectos, uno dirigido a detectar la presencia de microplásticos (fragmentos de tamaño inferior a 5 mm) en la playa de A Xunqueira; y otro a estudiar la influencia de la concentración de nutrientes inorgánicos (nitrógeno y fósforo) sobre el crecimiento del fitoplancton.
En A Xunqueira, los alumnos realizaron un muestreo en la que se evidenció la presencia de estos microplásticos, “lo cual constituye una preocupante señal de alerta ya que estos fragmentos, filtrados por los organismos marinos acabarán entrando en la cadena alimenticia y provocando efectos nocivos”.
En A Xunqueira se establecieron 8 puntos de muestreo, en los que se extrajeron arena en proporciones de un metro cuadrado. Después de procesarlas en el laboratorio se encontraron 44 microplásticos de diferentes tamaños, por debajo de los 5 mm (62 incluyendo los de 7 mm). Fueron en total algo más de 25 kilos de arena que se analizaron En 20 kilos de arena del primer grupo identificaron 11 microplásticos de 5, 4, 2 y 1 mm. También había 5 de 7 mm. En el segundo, con 8,15 kilos de arena, todo eran microplásticos, en total 20. En el grupo 3, aparecieron 8 microplásticos en 10, 5 kilos de arena y en el grupo 4, un total de 5 en 3,90 kilos de arena.
En el trabajo del fitoplancton, los alumnos intentaron determinar cómo influyen las concentraciones de dos nutrientes esenciales (N y P) sobre el crecimiento de dos especies, una de ellas responsable de la producción de la toxina paralizante y, por lo tanto, presente en las mareas rojas que periódicamente paralizan la actividad de extracción del marisco y del mejillón en la ría.
Con estos trabajos, asegura el coordinador, el alumnado se familiarizó con los diseños experimentales empleados por los científicos en su labor cotidiana, aprendieron a realizar muestreos, calcular concentraciones de cultivos celulares y técnicas de recuento de microorganismos. Además, tuvieron que presentar el trabajo ante una comisión, por lo que aprendieron también a exponer en público. El resultado sorprendió al personal del Centro Oceanográfico que premió con la máxima calificación al alumnado de As Barxas.
