De nuevo saltó la alerta en la nave de Massó que sirve de almacén al Concello de Cangas. Otra vez un incendio, pero en esta ocasión las proporciones del mismo obligaron a la intervención de todas las fuerzas: Grupo Municpial de Emergencias, Policia Local y Bomberos de O Morrazo. Cerca de las 17.00 horas el humo comenzó a salir por el inestable tejado de la nave de Massó. Cuando llegaron los primeros efectivos comprobaron que un vehículo estaba ardiendo en la planta alta de la nave.
Era uno de esos coches que el Concello retiró cuando acabaron los trabajos de limpieza derivados del azote del Prestige. Según el encargado de la nave, el ex Policía Local de Cangas, José Barreiro, todo indicaba a que el fuego había sido provocado. Comentaba que habían roto una de las ventanas que estaban tapiadas y colado al interior de la nave, como muchas otras veces, pero esta vez decidieron prender fuego a uno de los cuatro vehículos del Concello que habían sido retirados en el año 2004, tras “a faena do chapapote”. Y si el fuego era sospechos de ser intencioando era también a que esos coches no podían arder por sí mismos. De todas formas, los bomberos son los que determinarán las causas concretas de este nuevo incendio.
Las fuerzas de emergencias sofocaron con eficacia y rapidez el fuego. Pero se temía por la vieja cubierta, alcanzada por las llamas y por la que salía humo. La propiedad tendrá que revisar otra vez el precintado de la nave, por la que se sigue colando mucha gente, algunos a robar.