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El Concello valoraría unas escaleras mecánicas en vez de ascensores si los colectivos ayudan para lograr las cesiones

La humanización que propone el Concello en la zona de A Martinga.

La decisión adoptada este fin de semana por la Asociación de Veciños A Bouza-Quintela en contra del anteproyecto del Concello para mejorar la movilidad entre la Moaña Alta y la Moaña Baixa a través de dos elevadores urbanos que partan de la calle Ramón Cabanillas, supuso otro freno a un plan que ya había cosechado también el rechazo de los residentes en el casco urbano organizados en la Asociación A Praia-A Seara. El concejal de Mobilidade, Rodrigo Currás, recogió ayer el guante y se mostró dispuesto a “estudiar las inquietudes de los afectados y de las asociaciones en una próxima reunión, como se había anunciado”. Aseguró que desde el Gobierno local “estaremos abiertos a hacer cambios, puesto que todavía se trata de un anteproyecto”. En este sentido, Currás asegura que valorarán opciones mediante escaleras mecánicas, como proponen los vecinos de Quintela, pero señala que para ello sería necesario que las propias asociaciones “ayuden a conseguir las importantes cesiones de terrenos que conllevaría”.

La alternativa propuesta por A Bouza-Quintela pasa por unas escaleras mecánicas ocupando la zona central de los actuales peldaños de la calle A Canexa de Cándida Lago. Esta ubicación sí que es descartada de plano por el Concello. El titular de Mobilidade explica que esa propuesta ya se planteó en las primeras reuniones pero “no es técnicamente viable con la realidad física actual. Por ello se acordó intentarlo con ascensores como alternativa volada con pocos puntos de apoyo”. Argumenta, en este sentido, que las escaleras mecánicas no cabrían en ciertas zonas de A Canexa en las que la sección es insuficiente. Además, existen entradas a propiedades particulares a ambos lados de los peldaños actuales “por lo que habría que ubicarla en una posición central, lo cual merma aún más el espacio para ésta”. Incluso algunas viviendas intercederían en este recorrido, lo que obliga a buscar un emplazamiento nuevo si se apuesta por una estructura de este tipo.

De todas formas, Currás recuerda que las escaleras mecánicas suelen presentar muchos problemas de mantenimiento, por lo que sería necesario cubrirla para protegerla de la lluvia “y se convertiría en un bulto importante en medio de A Canexa”. Aclara además que no resolvería por completo el problema de la accesibilidad al tener peldaños. Valoraron también rampas mecánicas pero no conseguirían adaptarse a las pendientes existentes, al igual que las rampas convencionales.

El proyecto de ascensores en el que trabaja el Concello viene acompañado de la humanización de 200 metros de la céntrica calle Ramón Cabanillas con una plataforma única. En este caso la postura de los vecinos varía.

Los residentes en el centro urbano solicitan una actuación más ambiciosa que humanice todo el trazado de Ramón Cabanillas. Los de Quintela, por su parte, alertan de que eso desviaría más tráfico a otras carreteras que no tienen capacidad para absorber una mayor densidad de coches.

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