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Los vecinos de O Forte avisan del riesgo de caída de dos fachadas y el Concello valora apuntalarlas

Una de las fachadas, en la esquina con Bernardino Graña G.Núñez

Los inmuebles en estado ruinoso suponen “un grave problema” para los vecinos de O Forte, que alertan de que las fachadas de al menos dos edificios del barrio corren serio riesgo de desprenderse sobre la vía pública y piden al Concello que actúe antes de que pueda producirse un accidente. El colectivo que preside Benigno Pazó, especialmente reivindicativo en las últimas semanas, ha remitido un nuevo escrito a la alcaldesa alertándole de la “peligrosidad” de estos edificios que acogieron viviendas cuando aún estaban en condiciones, pero ahora sufren el abandono o la desidia de sus propietarios y el grave riesgo de derrumbamiento. Reclaman a las autoridades municipales que actúen, señalizando y colocando vallas perimetrales como primer paso, e instando a sus responsables a resolver el problema o hacerlo de oficio si la primera opción no es viable a corto o medio plazo.

Cables tendidos en la calle Félix de Ozámiz. | // G.N.

La administración local conoce el problema, que se da también en otras zonas del centro urbano, especialmente en el Casco Vello, donde periódicamente se registran incidentes por el estado ruinoso de algunos inmuebles. Alega que no siempre está clara su titularidad o esta se encuentra en litigio, por lo que no es fácil pedir responsabilidades ni actuaciones para acondicionarlos. La semana pasada cayeron cascotes en la calle Pablo Iglesias, que obligaron a cerrarla, y en los últimos meses se han registrado también en el entorno de Síngulis, en la calle O Hío e incluso en Félix de Ozámiz, en el barrio de O Forte.

Uno de los inmuebles sobre los que alertan los vecinos. | // G.N.

La alcaldesa habló ayer, un día más, con un representante vecinal y le comunicó que enviaría a los técnicos a valorar la situación y tomar medidas para garantizar la seguridad en una zona semipeatonal y con importante trasiego de personas, por su ubicación en el centro urbano y ser lugar de paso entre la playa de Rodeira y el propio consistorio. Victoria Portas adelantó que ha dado instrucciones a la inspección municipal para que realice un informe y decidir en consecuencia, aunque reconoce que pueden ser medidas paliativas y no soluciones estructurales inmediatas.

Otro de los problemas que plantea el colectivo vecinal, y que pide al Concello que intervenga, es la proliferación de cables de servicios básicos, como electricidad o telefonía, tendidos por todo el barrio o colgados de fachadas, contribuyendo a dar una imagen decadente e impropia del siglo XXI, lamentan. Exigen que todas las nuevas instalaciones se hagan soterradas y planes para que las antiguas sigan los mismos pasos.

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