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Más de 300 personas exigen en Cangas que la crisis no se convierta “en un saqueo al pueblo”

Asistentes a la marcha, al mediodía de ayer. | Gonzalo Núñez

El 1º de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, sacó a la calle a más de 300 personas en Cangas que acudieron al llamamiento del sindicato CIG y no sucumbieron a las opciones de ocio que planteaba una jornada festiva y soleada en la comarca. Tras una pancarta que rezaba “Derrogación das reformas laborais. Fronte á crise, saída galega xusta”, partieron del Concello y recorrieron la carretera general, rodeando la Praza de Abastos y la Alameda Vella para regresar al punto de partida. El recorrido se prolongó durante casi una hora y los asistentes mantuvieron la distancia social, incluso con la lectura del manifiesto, para lo que la Policía Local cortó la carretera permitiendo más espacio útil.

Una de las pancartas, a su paso por la Alameda Vella. | GONZALO NÚÑEZ

Las banderas de la CIG, de Galicia y con simbología feminista dieron colorido a la marcha mientras desde el megáfono se entonaban consignas como “Traballo temporal, terrorismo patronal”, “Queremos traballar e non emigrar” o “Sen as traballadoras non sodes ninguén”. El BNG portó su propia pancarta, pues acudieron sus principales representantes de Moaña y Cangas, con la alcaldesa Leticia Santos y la portavoz municipal Mercedes Giráldez a la cabeza.

La marcha llegó al punto de partida al ritmo de canciones de “Os Resentidos” y “Sés”, mientras el secretario local de CIG-Morrazo, Guillerme Inácio, tomó el micrófono para gritar que “la clase obrera existe y tiene mucho que decir”. En su discurso hizo hincapié, hasta en dos ocasiones, en la necesidad de evitar “que conviertan esta crisis en un nuevo saqueo contra el pueblo, como ya sucedió en 2008”.

A juicio de la CIG la pandemia está siendo aprovechada “para acelerar las transformaciones en las que se encuentra inmersas la economía a favor del capital. Mientras aumenta el desempleo, sobre todo entre las mujeres, la precariedad y disminuyen las posibilidades de un futuro digno para la juventud”.

Guillerme Inácio cargó directamente contra el Gobierno central de PSOE y Unidas Podemos, al que acusa de “actuar al dictado del neoliberalismo, por mucho que lo disfracen con permanentes llamadas al diálogo social”. Reclama el fin de las reformas laborales y de la negociación colectiva, “que siguen vigentes”.

Los participantes, llegando a la Praza do Concello. / G.N.

Sobre el gobierno de la Xunta, los convocantes de la manifestación aseguraron que “contribuye a la destrucción de nuestros sectores productivos estratégicos, con comarcas enteras en pleno proceso de reconversión”. Critican la presunta “privatización de los servicios públicos” y exigen una actuación pública “que permita un mínimo desarrollo económico, industrial y social de Galicia”.

Antes de que arrancase la marcha, el responsable de la federación FGAMT-CIG, Xesús García, llamó a la movilización “porque las crisis siempre son aprovechadas por el gran capital contra las clases trabajadoras”. Ante una participación tímida después de un año 2020 en el que la pandemia no permitió los actos reivindicativos del 1º de Mayo, García lamentó que “este día se está tomando como un festivo más” y se pierde así la asistencia a las marchas.

Sitúa, como demandas principales de la central sindical, la defensa de las pensiones públicas y la derogación de la reforma laboral. “Los gallegos acusamos doblemente la crisis, porque sufrimos la depredación de nuestros recursos”, concluye.

El vecino de Moaña, José Curra Casqueiro, explica que decidió movilizarse “porque si no espabilamos los recortes que están haciendo con la crisis van a quedar para siempre”.

Lectura del manifiesto al finalizar el recorrido. / G.N.

Entre los asistentes estaba también la vecina de Vilaboa Ester Mariño, que apeló a una “perspectiva sindical feminista” y aseguró que “urge más que nunca estar en la calle, porque la precarización del mercado laboral repercute sobre todo en las mujeres”. Entiende que la movilización no fue mayor “en parte por el miedo que nos venden en forma de protección” y también por “la folclorización de las fechas claves de lucha, que siempre existió”.

Los asistentes concluyeron la protesta entonando “La Internacional”, el clásico himno del movimiento obrero.

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