La veda del pulpo comenzó ayer a las 16.00 horas y se prolongará hasta el próximo 5 de julio. La flota afrontó ayer la última jornada de trabajo, en la que también tuvo que traer de vuelta las nasas a puerto. El plan de explotación obliga a que durante el paro los aparejos deben permanecer en tierra.

La campaña concluye con un balance claramente negativo, con una caída en las capturas y en los ingresos. Esa es una de las razones por las que este año se apuesta por una veda más larga que en ocasiones anteriores, que oscilaba entre el mes y el mes y medio. Durante estos dos meses estará prohibido pescar cefalópodo en todo el litoral gallego, tanto para la pesca profesional como para la recreativa.

La Consellería do Mar confía en que la próxima campaña sea distinta puesto que los datos recogidos en las últimas semanas muestran signos esperanzadores en el reclutamiento de cría de pulpo.