Vecinos que residen en el entorno de la rúa y Praciña de Síngulis, en el casco histórico de Cangas, muestran sus dudas respecto a las obras que inició el Concello de reforma de este entorno, sobre todo después de que en una visita de la concejala de Obras, Ingrid Loredana; y la alcaldesa, Victoria Portas, con la arquitecta municipal, Isabel Medraño, esta les trasladó que en lugar de piedras se iba a utilizar cemento para el pavimento. Lo que alegaron desde el Concello y presentaron a los vecinos, en esa visita para dar explicaciones de las obras, fue que las piedras en la rúa Guitián se estaban levantando y no era idóneo este pavimento. El vecino que reside en el entorno, José Paz, asegura que si las piedras de la rúa Guitián se levantan es porque la máquina de partirlas las pule mucho en el extremo y el cemento no pega. Por eso que no entiende que se utilice este argumento en una obra que califica de “low cost”.
Según el proyecto de mejora de Síngulis, el objeto de la obra es la pavimentación y completa renovación de los servicios de abastecimiento y saneamiento, sustituyendo el pavimento existente por un solado de piedra, similar a las calles existentes y un despiece de paños de hormigón con ringleras de piedra. En la calle Síngulis, cara a la plaza, se abrirán zanjas para las nuevas canalizaciones de saneamiento y abastecimiento y se dejarán conexiones a cada vivienda. Todo se cubrirá con cemento y según el proyecto se cubrirá con piedra, con espesor de 6 centímetros. Los vecinos critican también la solución que le quieren dar a los pluviales entroncando todo nuevamente en la red de saneamiento del casco viejo, sin separativa del agua de la lluvia.