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Un bautismo de mar en Aldán que acabará en boda

Así fue la original y romántica petición de mano bajo el mar de Aldán

Así fue la original y romántica petición de mano bajo el mar de Aldán Buceo Rías Baixas

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Así fue la original y romántica petición de mano bajo el mar de Aldán David García

La Ría de Aldán fue el lugar de fondo elegido por el joven ferrolano Adrián Vázquez para pedirle matrimonio a su novia, Tamara Fraga. Lo del fondo es absolutamente literal: fue una pedida de mano sorpresa, a unos cinco metros de profundidad mientras la pareja disfrutaba de lo que en apariencia era un bautismo de mar. En realidad era un elaborado y original plan en el que durante la inmersión los jóvenes hallaron “casualmente” un cofre. Cuando Tamara lo abrió se encontró con unas fotos, unas arras, el anillo de pedida y la pregunta de si quería casarse. La respuesta solo podía ser “sí, quiero”.

Adrián Vázquez y Tamara Fraga son una pareja de Ferrol que desde hace tiempo hablaban de la posibilidad de acabar de formalizar su relación con una boda. El pasado mes de noviembre él tuvo una original idea para dar ese paso, una iniciativa en la que unía su amor por el mar y el buceo con el amor aún más grande hacia su pareja: una pedida de mano en el fondo de las Rías Baixas. El lugar que eligió fue la ría de Aldán y contó con la complicidad de su familia, tanto de sus padres como de sus futuros suegros, y de la empresa canguesa Buceo Rías Baixas, con la que organizó una elaborada estratagema que 14 de abril culminó con un “sí, quiero”.

El momento en el que la pareja encuentra el cofre y Tamara Fraga abre su interior.

“A mí me gusta el buceo y la pesca submarina desde los 16 años. Animé alguna vez a Tamara a venir conmigo, pero el mar le da respeto”, cuenta Adrián, aún abrumado por la repercusión que ha tenido la historia. Hace unos meses con la colaboración de Buceos Rías Baixas dio forma a una idea para pedirle matrimonio a su novia en el fondo de ese mar que tanto ama. “Le dije que nos había tocado un premio en forma de bautismo de mar y a ella le encantó”, relata. Así que una vez que supo que Tamara estaba dispuesta a mojarse puso en marcha el resto del plan. “Sin que ella se enterase cogí el coche y me vine a Vigo a traerle a la empresa el cofre con el atrezzo que íbamos a poner dentro”, explica. En el interior había tres fotos plastificadas de la pareja en algunos de sus viajes; una réplica en plata del anillo de pedida; unas arras de oro, plata y bronce; y algunos elementos muy marineros, como un catalejo y una brújula. Finalmente, hace unos días desde Buceos Rías Baixas le llamaron para decirle que la semana pasada era el momento idóneo para poner en marcha la fase final del plan. “Me gusta mucho la ría de Aldán: es muy bonita, tranquila y con muchas especies. Tenía claro que iba a ser ahí. La empresa me avisó que en esos días el tiempo iba a ser el ideal para bucear”, cuenta.

La pareja se besa, con la Ría de Aldán de fondo, tras encontrar el cofre y su contenido. Buceo Rías Baixas

Así que el 14 de abril se metieron en el agua. Primero estuvieron disfrutando de los fondos de la ría y viendo especies como los caballitos de mar, mientras por otro lado alguien se encargaba de disponer el cofre en el mejor sitio. La primera vez que pasaron sobre él Tamara no le hizo ni caso. Fue uno de los monitores quien se lo volvió a señalar y la animó con gestos a abrirlo.

Cuando finalmente lo hizo la joven pudo comprobar que los cofres guardan tesoros mucho más importantes que el dinero o las joyas. “Se emocionó muchísimo. Estábamos a unos cinco o seis metros de profundidad y pidió salir a la superficie de lo emocionada que estaba”, relata.

El cofre colocado en el fondo de la ría, con las fotos, anillo y el mensaje de pedida.   | // BUCEO RÍAS BAIXAS

El cofre colocado en el fondo de la ría, con las fotos, anillo y el mensaje de pedida. | // BUCEO RÍAS BAIXAS

Unos preparativos elaborados con tanto esmero y cariño solo podían tener como colofón un “sí, quiero” y un brindis con champán. Como decían unos versos de Walt Whitman, en los que se refería al mar, “salpícame de espuma enamorada, que yo sabré pagarte”. La pareja, ahora ya en conjunto y sin secretos, trabaja en los preparativos de su boda, que será el 26 de marzo de 2022. Su historia se ha hecho viral y demuestra que, en estos tiempos pandémicos, el amor es más necesario e importante que nunca.

La pareja se dispone a brindar una vez acabada la inmersión en la Ría de Aldán.

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