Faro de Vigo

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O Morrazo: tierra litoral, tierra de faros

Mapa con las señales luminosas de la Ría de Vigo en 1930. | // ARCHIVO MUNICIPAL DE VIGO

Los faros y balizas de la costa de O Morrazo son elementos imprescindibles para guiar a los barcos en la peligrosa entrada marítima de la Ría de Vigo. A lo largo del siglo XIX los faros existentes en A Guía y en las islas Cíes se revelaron como insuficientes, por lo que en el año 1902 se proyecto una nueva línea de señales luminosas para mejorar la seguridad marítima. Sobre este asunto de crucial importancia para el tráfico y la seguridad en el mar profundiza en esta ocasión el historiador Juan Miguez González Fernández en esta colaboración.

Hubo que esperar mucho tiempo para completar la línea de faros y balizas que se suceden en la costa meridional de la península de O Morrazo, las cuales emiten luces imprescindibles para señalizar la expuesta boca de la Ría de Vigo. Distingamos faro (del griego “pharos”) que es una torre construida en las costas con una luz en la parte superior que sirve de señal o guía para los navegantes, y baliza señal flotante o fija con que se marca un lugar sobre el que conviene llamar la atención a los navegantes. Todos dependen hoy de la Autoridad Portuaria de Vigo.

En el siglo XIX los faros de A Guía e Illas Cíes acabaron siendo insuficientes, y así el plan de balizamiento de 1902 proyectó tres luces más en las islas y en punta Couso, Punta Robaleira, Punta Subrido, Punta Lameda y Cabo Estai.

El más importante del litoral sur de O Morrazo, tanto por su función como por su entidad es el faro de Cabo Home. Es una de las torres-baliza más altas de todo el litoral gallego, junto con la de Tenlo Chico (illa de Tambo). Hecha de hormigón pintada de blanco que se cimentó con mampostería sobre accidentado terreno a 39 metros a nivel del mar, para así conseguir un alcance de 8 millas. Su interior cilíndrico de 3,60 de diámetro en la base, está hueca e iluminada por dentro. Culmina con un alumbrado eléctrico de óptica de tambor, con sus anillos circulares y montajes helicoidales. Su luz emitía inicialmente grupos de 2 destellos cada 7,5 segundos, completados por sectores blanco y rojo (ahora es blanca cada 3 segundos). La proyectará, junto a la de Subrido, en 1932, el ingeniero Rafael Juanes.

Junto a Monteagudo, ente Cabo Home y Punta Subrido, se encuenta la baliza de Robaleira (Cangas), que como el anterior señaliza la entrada norte de la ría de Vigo, separándose de la primera 1,42 km. Torre cilíndrica de 6 m. de altura construida de mampostería y pintada de rojo y rematada en una torreta también cilíndrica. La luz de esta baliza, instalada en 1919, es blanca y roja, con destellos cada 7,5 segundos que alcanzan 11 y 9 metros respectivamente. En sus proximidades se encuentra una cruz blanca con la inscripción “Pepe Ruiz” en recuerdo a un marinero que se ahogó en esos acantilados.

El trasatlántico “Siboney” encallado en A Borneira. Imagen del fotógrafo Pacheco y publicada en la revista Vida Gallega en octubre de 1920. | // PACHECO

La baliza de Punta Subrido

Para más segura enfilación de la ría, se levantó la baliza de Punta Subrido, evitando la vieja enfilación de la ermita del Alba. Tiene forma troncocónica regular, con 12 m. de altura y dos huecos que iluminan el interior y remata en óptica de tambor. Hoy emite un destello blanco cada 3 segundos mientras que en a cara posterior muestra una luz blanca cada 6 segundos con alcance de 10 millas.

Situada junto a cabo Balea, hacia la entrada de la ensenada de Cangas y frente a la antigua fábrica de conservas de Barreras y Lameiro, está la atalaya de A Borneira (Darbo, Cangas). Ya en 1906 el ingeniero jefe de Obras del Puerto Eduardo Cabello plantaba la necesidad de construir aquí una torre-baliza. Realizado el asentamiento con cemento rápido y una gabarra con peones, de 1,5 metros de altura baja mar, sobre la cual se ultimó directamente un encofrado cilíndrico de 7 metros de diámetro. En 1908 se recubrió la torre con sillería, y se repararon los desperfectos a causa del parón. Pasó a contar con luz roja de 2 destellos cada 7 segundos y alcance de 5 millas, que aún mantiene.

La costa de A Borneira se caracterizada por adentrarse en la mar unos bajos sumamente peligrosos, aunque la zona era rica es pesca. Se convirtió en un cementerio de buques, de modo se allí se hundieron o embarrancaron la fragata de guerra francesa “L’ Herminier” (1762) con 32 cañones de roces; el vapor-correo “Valparaíso” (1887) de 700 caballos de fuerza y 5.00 toneladas de porte; el trasatlántico inglés “Southern Cross (1909); el trasatlántico norteamericano “Siboney” (1920) con 350 pasajeros y 150 toneladas de carga, etc. etc.

Los faros son los guardianes de la mar, pero cuando los elementos s desencadenan aún dejan una siniestra estela.

*Historiador y miembro del Instituto de Estudios Vigueses

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