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El Náutico Rodeira deja de ingresar unos 70.000 euros por actividades y amarres con la pandemia

El presidente del Náutico Rodeira, Juan Carlos Rodríguez, y la alcaldesa, Victoria Portas, ayer. | // G.N.

El turismo náutico y otras actividades relacionadas con el sector no escapan a los efectos colaterales de la pandemia de COVID-19. Así lo registran las cuentas del Club Náutico Rodeira, que ha dejado de ingresar en torno a 70.000 euros en el último año debido a la drástica reducción del número de embarcaciones en tránsito que amarraron en sus pantalanes –solo 32 frente a los 140 del periodo anterior– y a la suspensión de actividades deportivas y complementarias. Los responsables de la entidad, que preside Juan Carlos Rodríguez Llanos, confían en que la situación mejore en los próximos meses y piden el respaldo de las instituciones para salir del bache. La alcaldesa, Victoria Portas, visitó ayer las instalaciones y comprometió desde el Concello “trabajo conjunto” para reactivar el turismo y la economía, así como mejorar los medios para la práctica deportiva que agrupa a unos 150 federados.

Los mayores ingresos del club proceden de las 24 plazas que tienen para “uso público” de marineros en tránsito, la gran mayoría procedentes de países europeos y que pernoctan un par de días. En los últimos años amarraron una media de entre 150 y 200 embarcaciones, que abonan entre 18 y 36 euros por noche, en función de sus dimensiones, incluida la conexión eléctrica y el uso de las duchas, entre otros servicios. En 2019 fueron 140 barcos, y la cifra se desplomó a 32 el pasado año, lastrado por la pandemia. Desde el club destacan que las tripulaciones ayudan a la economía del pueblo porque comen y cenan en sus establecimientos, compran víveres, repostan o se llevan regalos para sus allegados, por lo que cuidar de este tipo de turismo genera riqueza.

Otra fuente de ingresos del Náutico Rodeira es el alquiler de las cafeterías, que desde la declaración del estado de alarma solo se cobró los pocos meses en los que pudo abrir al público sin restricciones, mientras que las actividades “externas”, como las del programa “Enredos de Verán” que cada año patrocina el Concello de Cangas, quedaron suspendidas y no se recaudó nada por ellas.

Algo más estable ha permanecido la actividad en régimen de “autorización de plazas” para embarcaciones que amarran todo el año en sus pantalanes, que son en torno al 80% de las 268 plazas de que dispone el Náutico Rodeira y por las que cobran entre 37,50 euros mensuales, para las naves de hasta seis metros de eslora, hasta 221 euros, para las de mayores dimensiones, con un máximo de 18 metros.

Concello y club deciden colaborar en la reactivación

El Club Náutico Rodeira suma cerca de 150 deportistas federados. La mayoría, casi 80, practican piragüismo, y hay unos 40 en vela, una decena en kayak polo y una veintena en windsurf, la última modalidad que incorporó y que ya cuenta con equipo de competición. La nave que los acoge tiene carencias, como unos depósitos de agua caliente insuficientes para dar servicio a tantos deportistas, problema que la entidad quiere paliar con energías renovables y apoyo institucional. La regidora prometió “valorarlo” y también mostró su intención de recuperar el programa “Enredos de Verán” , cuando la situación sanitaria lo permita, y el respaldo a iniciativas de promoción turística conjunta.

Turismo náutico

Entre las propuestas que se barajan está la participación de Cangas en la “Travesía Náutica Xacobea”, una opción de realizar el Camino de Santiago de manera distinta, por mar en una embarcación a vela, y de conseguir la Certificación de Peregrinación Náutica, combinando navegación y ruta terrestre para conocer el municipio. El Náutico Rodeira sería uno de los puntos de partida, junto con el de Baiona, una propuesta que ya estaba acordada, aunque la pandemia mantiene aparcados los planes. Portas apuesta por el “trabajo conjunto” en este campo.

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