Un joven moañés de 26 años fue denunciado por una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico cuando circulaba con su patinete eléctrico por la carretera general PO-551 a la altura de la parroquia de Tirán. Manifestó a los agentes que había adquirido el patinete para desplazarse al trabajo, ya que tiene el permiso de conducir retirado. Sin embargo, al circular por una vía interurbana sin causa justificada, se le propuso para sanción. A mayores, los agentes le realizaron la prueba de alcohol y de drogas, dando positivo indiciario en esta última. De ser confirmado, se expone a una sanción de 1.000 euros.

Desde el Destacamento de Tráfico de Vilaboa recuerdan que este tipo de vehículos, considerados de movilidad propia, no pueden circular por las vías interurbanas, travesías, autopistas y autovías que transcurran por poblaciones, así como tampoco por túneles urbanos, aceras y zonas peatonales, salvo si está regulado por los Ayuntamientos y siempre a paso de persona. De ser detectada una infracción en este sentido, el procedimiento indica la inmovilización y depósito del patinete. Además, sus conductores deben cumplir las normas de circulación como el resto de vehículos, por lo que pueden ser sometidos a la prueba de alcohol y drogas y no pueden hacer uso ni de auriculares ni de teléfono móvil.