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Sobrino de José Pazó: “Los veranos siempre eran en casa del tío Pepe”

Familiares de José Pazó, veraneando en la Casa Pazó, a donde acudieron casi hasta el 2000. | // CEDIDA. J.L.M.

El Camiño da Area, que pasa por delante de la histórica Casa Pazó –ahora guardería infantil de Quintela– pasará a denominarse pronto Rúa José Pazó Rodríguez (1897-1960), en homenaje precisamente al que fue propietario de esta casa histórica y que, en los años 40 y 50, fue uno de los hombres de negocios más influyentes de España y logró emplear a decenas de vecinos de Moaña, sobre todo en los buques de la Compañía Trasatlántica. Con este homenaje, que partió de una iniciativa del grupo político XM y de su concejal Javier Carro y logró el respaldo de todos los partidos, se podrá dar a conocer a las nuevas generaciones la importancia de Pazó en los años más duros de la postguerra española. En el pleno que abrió el expediente participó, de forma telemática, su sobrino, José Luis Martínez. Ayer, este descendiente de un José Pazó que había fallecido sin hijos, contaba emocionado lo que significa para la familia esta decisión del Concello.

“Mis hermanas y yo estamos emocionados de haberlo conseguido. Nunca nos explicamos cómo han tenido que pasar tantos años para que Moaña reconozca a mi tío. Pepe, como le llamábamos. Creo que no ha habido una persona que haya hecho tanto por el empleo y el crecimiento del pueblo”. Se muestran por lo tanto agradecidos con los que hicieron posible este reconocimiento en el que los sobrinos de Pazó esperan poder estar presentes. “Su figura se estaba perdiendo. La juventud no tendrá ni idea de quién era José Pazó. El 80% de la población de Moaña no lo debe conocer y eso era muy injusto. Por lo menos ahora su nombre quedará unido a Moaña para siempre”.

“José Pazó tenía 11 sobrinos. Éramos su familia. Yo soy el menor y él era mi padrino. Pero murió cuando yo tenía cuatro años. Sin embargo su figura siempre estuvo muy presente. Toda la vida de nuestra familia giró en torno a su figura. Pasé todos los veranos, de tres meses, en Moaña, en sus terrenos. Vivíamos en Madrid pero no regresábamos hasta que volvían las clases. En Madrid, en la colonia del Viso, también vivíamos al lado de él”, recuerda.

José Pazó Rodríguez, trabajando en su despacho. | // CEDIDA POR JOSÉ LUIS MARTÍNEZ

Los descendientes de José Pazó recuerdan en todo momento su “intenso amor por Galicia. De hecho, cuando construyeron el barrio del Viso en Madrid él quiso que su calle se llamase Lérez. Todo el personal que contrataba era gallego, mucho de Moaña”. El sobrino tiene grabadas en su mente dos imágenes: “una dura, de cuando estaba muriendo en cama de cáncer de estómago, y otra festiva, de que en todas las navidades subía las ventanas de su casa y ponía muiñeiras”.

Los sobrinos del empresario se quedaban los veranos en las casas de piedra, “ahora destruidas”, de la parte baja de la finca, cruzando el vial que cambiará de nombre. “Como no cabíamos se levantó una más moderna, blanca, que también está ya abandonada. Veraneábamos en Moaña hasta la muerte de mis padres, cerca ya del año 2000”.

La capilla en el terreno fue construida “cuando él falleció, por mi padre. Para que reposen los cuerpos de mi tío Pepe y su mujer”. Acogió misas y los domingos acudía mucha gente del barrio de Quintela. Las historias de la emigración a Argentina de José Pazó para poder costearse unos estudios que realizó en Madrid son muy conocidas en la familia.

El sobrino, José Luis Martínez, en una foto reciente.

Cuatro sagas

La tierra gallega sigue corriendo por las venas de los descendientes de José Pazó, pues José Luis Martínez reside entre Muros y Bertamiráns. “Desarrollé mi carrera profesional en Madrid, pero me vine en cuanto me jubilé”. Dos de sus hermanas –Beatriz y Cristina– están también afincadas en la provincia de A Coruña.

El sobrino del empresario indica que Moaña juntó “a cuatro familias muy importantes ligadas al municipio, como los Méndez Núñez, los Arenal, los Castroviejo y después estaba José Pazó. Los primeros hace muchos años que tienen calles. No sabíamos por qué, hasta ahora, mi tío no tenía ese reconocimiento”. Descarta que sea por razones políticas “porque mi tío empezó su carrera en la época de la Segunda República. Ya cuando le propusieron ser ministro dijo que nada. Él era empresario y esa era su vida. En la cabeza solo tenía ser empresario y Moaña. No tenía vínculos políticos. Tampoco le hicieron ningún homenaje desde que murió y hasta la llegada de la democracia. Pero mejor tarde que nunca”.

El "Begoña", uno de los barcos de la compañía del empresario moañés. / Cedida J.L.M.

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