El director del Auditorio de Cangas, Juanjo Pérez, recuerda con emoción, en este aniversario del confinamiento, cómo el cierre de toda la actividad cultural, no implicó que el auditorio siguiera vivo, gracias a la iniciativa de una familia que reside en un piso enfrente y que empezó a proyectar sobre la fachada películas y documentales para todos los vecinos del entorno, como cuando falleció Luis Eduardo Aute, en su honor.

“Aquella iniciativa mantuvo viva la llama del Auditorio”, recuerda su director, “y para mí fue muy emotivo porque el confinamiento acababa con la dinámica de la cultura, el teatro, la música...”.

Entre tantas fases de la desescalada del confinamiento, las fechas se entrecruzan, si bien Juanjo Pérez señala con orgullo la buena apuesta que realizó Cangas, con el alcalde, ya fallecido Xosé Manuel Pazos, a la cabeza, cuando se decidió, si efectivamente podían celebrarse elecciones autonómicas, abrir las instalaciones. De hecho, el Auditorio se convirtió, por primera vez, en sede electoral. Se hizo una “apuesta valiente” por retomar la cultura con el mantenimiento de la Mostra de Teatro Cómico e Festiva, la única mostra que sobrevivió a la pandemia, aunque se llevó a cabo con todas las medidas de prevención.