La situación del transporte de pasajeros de ría entre O Morrazo y Vigo sigue motivando debates parlamentarios, como ocurrió ayer en la Comisión 2ª en Santiago, a iniciativa del diputado autonómico del BNG, el moañés Paulo Ríos, que retomó la demanda histórica de restituir el carácter público de este servicio. “A comarca do Morrazo non pode ver como un servicio tan esencial esté en mans únicamente dos intereses das empresas, sen que a Xunta de Galiza interveña na súa regulación e control”. Por parte de la Xunta se insisitió en que se carece de potestad legal para intervenir sobre la oferta de servicios y defendió la mejora de la línea regular del barco desde su entrada en el Transporte Metropolitano de galicia en 2015.

El BNG había presentado una iniciativa parlamentaria cuando en enero, después de que la compañía Mar de Ons, que cubre la línea regular entre Cangas y Vigo, anunciara una reducción de las frecuencias del barco debido a la prohibición de movilidad entre ambos municipios por el COVID y a la bajada de pasajeros. Paulo Ríos asegura que las personas usuarias de Cangas y Moaña llevan años padeciendo el empeoramiento del servicio, llegando incluso a desaparecer en Moaña y que la reducción de horarios y frecuencias siempre ha sido una constante, sin que la Xunta intervenga “para regular un servizo que ten que ser público”.

Por su parte, el director xeral de Mobilidade, Ignacio Maestro, respondió en la comisión que el transporte de ría, que incluye bonificaciones de hasta el 65%, en las tarifas de los viajes, incrementó en un 80% los usuarios desde su integración en 2015 en el Plan de Transporte Metropolitano. Reconoce que pese a la limitación de las competencias autonómicas para intervenir sobre la oferta del transporte marítimo, la Xunta dotó a este servicio de seguridad jurídica y lo integró en el Área de Transporte Metropolitano y que pese a las restricciones derivadas por el COVID, la cifra total de viajeros del año 2020 superó en casi 4.000 a los usuarios de 2015. Insistió en que la Xunta carece de potestad legal para intervenir sobre la oferta de servicios, que en todo caso es amplia, incluyendo 62 expediciones de ida y vuelta los días laborables entre cangas y Vigo; y de 32 entre Moaña y Vigo. Añade que el pasado 27 de febrero fueron restablecidas las frecuencias entre cangas y Vigo, suspendidas temporalmente por las limitaciones de movilidad por el COVID, y espera que en los próximos días pase igual en Moaña.

Maestro insistió en que gracias a la adhesión al Plan de Transporte Metropolitano, los viajeros del barco cuentan con las mismas ventajas económicas que los del transporte metropolitano, remarcando que los billetes expedidos por la navieras experimentaron un fuerte incremento, pasando de 685.000 en 2015 a 1,2 millones en 2019, antes de las restricciones a la movilidad por el COVID. Añadió que el Gobierno gallego destina más de 600.000 euros al año a las bonificaciones en las tarifas de los billetes y que el barco, que antes costaba 2,60 euros, ahora cuesta 2,25 en efectivo y 1,34 con la Tarjeta Metropolitana de Galicia (TMG) y con 1,16 a los viajeros recurrentes.