La vacunación contra el COVID-19 a los mayores de 80 años en Moaña trae de cabeza a los sanitarios del centro de salud y a las autoridades locales, debido a que cada mañana en la que se inoculan las dosis –cada martes y jueves desde la pasada semana– se generan peligrosas aglomeraciones de usuarios delante de la Casa do Mar, ante el escaso espacio dentro de las dependencias sanitarias y la ubicación extremadamente céntrica del inmueble. Para mitigar la situación el Concello propuso trasladar la vacunación a dependencias municipales como los clubs de jubilados.
Desde el área sanitaria de Vigo (Eoxi) indicaron ayer que no se plantean externalizar la vacunación ni en Moaña ni en ningún otro centro. Explican que el procedimiento se organiza en función de la disponibilidad de vacunas. Si bien la primera semana se estaban inoculando 100 dosis cada día en Moaña, este martes la cantidad ascendió a 130, de Pfizer, para otros tantos usuarios.
Desde el área sanitaria apuntan a que solo se plantearían habilitar espacios fuera de los centros de salud si el número de dosis que recibe Galicia se incrementase mucho, lo que llevaría a tener que inocular a 200 o más personas cada mañana.
Sobre la posibilidad de vacunar de tarde o de ampliar el número de jornadas para evitar las aglomeraciones y colas, desde el Sergas explican que en todo el área de Vigo se sigue el mismo proceso, con centros en los que se vacuna los martes y jueves y otros los lunes y miércoles. El viernes es el día utilizado por los equipos de vacunación para compensar. Indican que el proceso se adoptó “por el número de vacunas que llegan, no por nuestra capacidad logística. Estamos condicionados por el número de vacunas que nos suministran”.
Las aglomeraciones delante de la Casa do Mar llegaron al pleno de Moaña de la pasada semana. Fue entonces cuando el Gobierno local anunció que ofrecería otros locales para poder evitar este colapso.
La falta de espacio sanitario en Moaña es un problema que se arrastra desde hace años, de ahí que la Consellería de Sanidade trabaje ya en el proyecto para un nuevo centro de salud en los terrenos municipales de Sisalde. Sin embargo, con la pandemia esta carencia de espacio se hizo más evidente que nunca. El pasado mes, sin ir más lejos, el Concello tuvo que habilitar una carpa anexa a la Casa do Mar para que se realizasen en ella los test de antígenos de los usuarios con síntomas compatibles con COVID-19.
La alcaldesa solicita, al menos, un turno por la tarde
El Concello de Moaña ofreció los locales municipales el pasado viernes. Ayer aguardaba por una respuesta de la Gerencia del Área Sanitaria. La alcaldesa, Leticia Santos, solicitaba que, como mínimo, se establezca un turno de vacunación de tarde que alivie la saturación de la mañana y permita no citar a tanta gente con un escaso margen de tiempo entre un usuario y otro. Tras un primer martes 23 de febrero sin contratiempos en la campaña de vacunación, el pasado jueves aparecieron las quejas de usuarios. La razón entonces se atribuyó a la reducción en el tiempo de las citas por parte del Sergas, cada dos minutos en lugar de cada cuatro, para intentar llegar a más población vacunada en menos tiempo. La alcaldesa entiende que es responsabilidad del Sergas velar porque “la gente no se agolpe en la entrada” del centro de salud en un momento en el que se exige a los ciudadanos el mantenimiento de la distancia social como una de las medidas esenciales para reducir la propagación del COVID-19. Ante eso, desde el Concello esperan alguna solución de cara a la mañana de hoy, cuando se desarrollará la cuarta jornada de vacunación para mayores de 80 años en este municipio.
