BNG y Partido Popular sumaron votos en el pleno de ayer para sacar adelante el expediente para la licitación del contrato de gestión tributaria, que supondrá una inversión de algo más de un millón de euros por los próximos cuatro años (dos y otros dos prorrogables). La imagen final, sin embargo, no se correspondió con el encendido debate que originó este punto del orden del día, en el que tanto ACB como PSOE se abstuvieron. Y es que la portavoz del principal grupo de la oposición, Elena Estévez, prendió la mecha al recordar las críticas vertidas por el BNG cuando en 2002 los populares aprobaron por primera vez la externalización del servicio. “Se nos acusó de privatizar, de desmantelar servicios municipales, de no confiar en el personal del concello...”, dijo, apuntando que el vicealcalde, Julio Villanueva, “se suma al carro. Un defensor acérrimo de lo público, pero cuando está en el gobierno cambiamos”.

Desde el PSOE José Manuel Vilas también puso el foco en el edil de ACB, asegurando que “estamos asistiendo a su desaparición e integración en el BNG”, y añadió que “si a una empresa este servicio le resulta rentable, ¿por qué no lo va a ser para el concello?”. Villanueva anunció su abstención “por coherencia política”, idéntico argumento para no haber defendido la propuesta como edil de Facenda. Además, justificó la imposibilidad de municipalizar el servicio por la falta de personal. “Solo tenemos dos personas en tesorería, no hay cobertura informática, no tenemos abogados...”, señaló.

El regidor buenense, Félix Juncal, acusó al PP de realizar “contorsionismo político” y de haberse “cargado un departamento que funcionaba, que se podía mejorar, pero que había posibilidades de invertir y hacerlo”. Recordó el Plan de Ajuste y las limitaciones que implicaba, “que no nos permitía siquiera cubrir las plazas vacantes”, instando a PP y PSOE a actuar en administraciones superiores. “Nuestra propuesta es la única posible”, sentenció.

Rebatió Estévez al alcalde asegurando que “si el PP privatizó al dar un servicio a una empresa ustedes han hecho lo mismo”, y preguntó “¿qué ha hecho usted en 20 años? Reconozco que es un papelón para BNG y ACB porque incluyeron esto en sus programas electorales”, y afeó a Julio Villanueva su abstención. “Se ha puesto de perfil”, manifestó.

Las aguas volvieron a la calma con la propuesta para la exención de la tasa de terrazas (un concepto que supone unos 10.000 euros de ingresos al año para el concello), que mereció el respaldo unánime de todos los grupos de la corporación. La edil Silvia Carballo significó que tan solo es una de las medidas para ayudar a la hostelería, mientras que Elena Estévez instó a realizar más condonaciones de impuestos municipales y a activar los bonos de comercio local.

En cuanto al reconocimiento extrajudicial de 183.000 euros que llevó el gobierno local por diversas facturas que no entraron en 2019 y pagos a la Mancomunidade salió adelante con los votos favorables del grupo de gobierno (BNG y ACB), la abstención del PSOE y el voto en contra del PP.

Apoyo a la petición de transferir la AP-9

La corporación votó de forma unánime a favor de la moción del BNG para reclamar la transferencia de la AP-9 para Galicia y la entrada en vigor inmediata de las rebajas en los peajes. Lo hizo incluyendo una enmienda del PP en el documento, aclarando que esa transferencia se realizase con los recursos necesarios para asumir las obras pendientes en el vial. No faltó tampoco el debate, ya que desde las filas del PP se apuntó hacia el BNG para pedirle que hiciese cumplir el acuerdo firmado con el gobierno del Estado. “Si se firma algo y no se cumple hay que pedirlo. Porque si ahora sale adelante el éxito será del BNG, claro”, significaron. Desde las filas nacionalistas respondieron recordando las palabras de Mariano Rajoy prometiendo eliminar el peaje en caso de ganar unas elecciones en las que finalmente lo acabaron colocando como presidente del Gobierno.