Las elecciones para elegir directiva de la nueva Asociación de Hostelería de Moaña no han supuesto cambios con respecto al equipo que ya estaba funcionando como gestora y Melania Pena, propietaria de la cafetería O Xardín, asume el cargo de presidenta. No se presentó ninguna candidatura alternativa a la oficial, en la que Pablo Piñeiro, propietario del local A Carriola, y que ha ejercido como portavoz, es tesorero. Alba María Santos Martínez, del Bar Eladio, es la vicepresidenta; Mario Cao Otero, de la cervecería The Fairies, es secretario y sigue Óscar Pérez Mateo, del local Daniel´s, en el cargo de vocal, junto a otras cuatro personas que se integran nuevas en la directiva: Susana Otero Barbosa, de tapería Alexandro; Alejandro Paredes Sánchez, de Bar Moaña; Víctor Manuel Canosa Martínez, de restaurante La Fábrica; y Fernando Rúa Cancelas, de Bar Equis. La asamblea se celebró en el patio del colegio de Reibón con una presencia de unos 35 hosteleros.

La Asociación aglutina a 73 socios, que suponen el 90% de la hostelería del municipio. El objetivo de la directiva es seguir reclamando ayudas directas para el sector y formar parte de la nueva Plataforma na Defensa da Hostelería Galega con la que podrán beneficiarse también de cursos y ahorrar costes. La situación la califican de “ruinosa” y que las condiciones de reapertura “no permitirán vivir a muchos, porque locales pequeños con 5 mesas, ahora tienen que tener dos y eso no da para vivir. Si por encima tienes que retirar a los trabajadores del ERTE no te da para pagar”.

La nueva presidenta asegura sentirse molesta con las pocas ayudas directas y es consciente de que la administración no “dará macha atrás”.

Pablo Piñeiro intervino esta semana en la comisión informativa de Promoción Económica del Concello para reclamar esas ayudas directas al Concello y mostrar el desacuerdo con el plan de reactivación municipal porque “no se habla en términos reales”. Recordó que la concelleira les había dicho que entrarían en ese plan de 100.000 euros “pero no nos tocaría ni 10.000. El plan está bien para reactivar el comercio, no la hostelería”. Además de los 56.000 euros de ayudas directas que envía la Diputación, Piñeiro pidió que el Concello aporte el 1% de su presupuesto de este año como había comprometido la Fegamp y reprochó que siguieran sin tener respuesta a la reunión solicitada. Pidió a todos que entiendan que la hostelería lleva tiempo cerrada, y que los problemas del comercio no son los mismos que los de la hostelería que necesita ayudas directas. “No pedimos por pedir, estamos en un problema muy grave. Todos perdemos con el COVID, pero nuestro sector es el más perjudicado y por eso pedimos que nos echen una mano y llegar a los 100.000 euros de ayudas directas. No nos pueden igualar al comercio. La gente no tiene dinero hacer frente a todos los gastos del mes. Pensar en nosotros, no lo pedimos por capricho”. Criticó también las ayudas de la Xunta, con las que no se sobrevive, reconoció que el Concello no es culpable, pero “si cerramos la mitad de los locales el problema no solo lo tendrá la hostelería”.

La respuesta por parte del gobierno se la repartieron los concejales Odilo Barreiro (BNG) y Marta Freire (PSOE) como teniente de alcalde, defendiendo la aportación municipal en la que incluyen todos los planes anticrisis hasta llegar a los 871.000 euros. En esas ayudas están 261.000 en bonos de compra en el comercio y hostelería local para familias en vulnerabilidad; 100.000 en ayudas directas a la hostelería, gimnasios y agencias de viaje; otros 100.000 en bonos de reactivación económica para comprar en la hostelería y comercio local y 410.000 del Plan de Empleo anticrisis.

Barreiro dijo que el sector cuenta con el apoyo, no solo moral, sino con el compromiso, trasladado en reuniones con la teniente de alcalde, de crear una línea de ayuda directa para hostelería, gimnasios y agencias de viaje que son los que sufrieron con más dureza la crisis de la COVID. Añadió que de las ayudas a la reestructuración económica también se beneficiará la hostelería y que sumadas suponen el 1,44% del presupuesto municipal de 2021. Calificó de “decepción absoluta” las ayudas de la Xunta, publicadas esta semana, que destina 12 millones de euros a la hostelería de toda Galicia “lo que significa el 0,103%, 14 veces menos de lo que pone el Concello de Moaña”. Insistió en que no es el Concello, quien cierra la hostelería, sino la Xunta.

Freire por su parte reconoció que cualquier ayuda no va a suponer la salvación del sector y que el plan de rescate tiene que partir de la Xunta, que es quien tiene las competencias. Respecto a la reunión solicitada, confirmó que estaban pendientes de avanzar en el trabajo de Intervención para llevar más definidas las cuestiones (exención basura y rebaja agua). De los 56.000 euros dela Diputación confirmó que el Concello pidió que fueran íntegros a la hostelería, y el comercio no entra.