Satisfacción de los hosteleros y de los vecinos. La reapertura de la hostelería, cerrada desde hacía un mes por la pandemia del COVID salvo para llevar y reparto a domicilio, y el hecho de coincidir en un día primaveral, volvió a llenar de vida las calles de O Morrazo. En Cangas, en donde coincidió con mercadillo, hubo algunos momentos de "overbooking" y la Policía controló los aforos. En los locales mostraban la satisfacción "porque la clientela volvió", aunque también su temor a que vuelva un nuevo cierre.

Un local abierto hoy en Moaña Gonzalo Núñez

En Moaña, una familia formada por una madre, su hija y la nieta aseguraban, mientras disfrutaban de un café y unos refrescos en un local del casco urbano, que hoy al salir a la calle y ver al menos la terrazas abiertas, "te dio un subidón de alegría". En este municipio, la hostelería solo puede abrir las terrazas en un 50% de su aforo, por lo que había locales que todavía no levantaron la persiana, a la espera de que se les autorice la apertura dentro, como en Cangas en donde está autorizado el 30% del aforo interior. Para ello tiene que mejorar la situación de los contagiosa 14 días, por debajo de los 250 por cada 100.000 habitantes. Los empresarios se siguen quejando de las duras condiciones ya que tienen que garantizar una persona por cada 1,5 metros cuadrados y, a partir de ahí, calcular el 50% de aforo, asegura el portavoz de la Asociación de hostelería en este municipio, Pablo Piñeiro.

Terraza en Bueu Gonzalo Núñez

En Bueu, en donde también solo pueden abrir terrazas, la mayoría de los locales reabiertos son cafeterías y lo hacen por "presión económica", ya que "necesitamos ingresar para pagar facturas". la mayoría de los restaurantes van a seguir, por el momento, con el reparto y de recogida porque solo con las terraza no les compensa.