Las previsiones expresadas a principios de semana por el sector bateeiro de Bueu se han cumplido. El Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) ha decretado el cierre de todos los polígonos mejilloneros de la localidad, una medida que también afecta a las zonas de producción de Combarro, denominados Portonovo A,B y C. Los únicos viveros flotantes que permanecen abiertos en el ámbito considerado como ría de Pontevedra son los del Cangas A y B, en la ría de Aldán.

Este cierre se debe a la elevada presencia de toxinas lipofílicas, un proceso completamente natural y que suele tener su primer episodio a principios de la primavera. Pero por segundo año consecutivo este fenómeno se adelanta prácticamente un mes con respecto a lo habitual. De momento las bateas de Bueu y Combarro son las únicas afectadas en Galicia por la toxina, según el Intecmar.

El primer cierre se decretó el lunes para el polígono Bueu B, situado en Beluso, y que cuenta con menos de una treintena de viveros. Los mejilloneros de la localidad ya reconocían que el nivel de toxina en el agua iba en aumento y era previsible que hacia el final de semana se registrasen más clausuras. Finalmente así ha sido y el Intecmar decretó a última hora del viernes los cierres para los polígonos Bueu A1 y Bueu A2, que suman más de un centenar de bateas, y que se sitúan entre Agrelo y Lapamán.

El toxina ya frustró la campaña navideña, aunque desde la reapertura de las zonas de producción el 5 de enero el sector trabajó sin descanso, incluyendo domingos y festivos, para colocar en el mercado su producción debido a la elevada demanda por parte de la industria de la conserva.