La sombra del cierre ya se cierne sobre los polígonos bateeiros de Bueu. No llevan siquiera un mes abiertos y el primero de ellos ya ha comenzado febrero con orden de cierre por parte del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar). Se trata del parque Bueu B, situado frente a la costa de Beluso, y que con menos de 30 viveros flotantes es el más pequeño de los tres que hay en aguas del municipio. En estos momentos es el único en toda Galicia con orden de cierre debido a la toxina [hay otro en Camariñas, pero está cerrado desde el 23 de diciembre].

En los últimos días se ha detectado un importante aumento de toxinas lipofílicas en la ría de Pontevedra y el sector reconoce que es posible que hacia finales de semana puedan cerrar también los polígonos Bueu A1 y Bueu A2, que suman más de un ciento de bateas. De ser así el afloramiento que habitualmente se vincula al inicio de la primavera volvería adelantarse en más de un mes con respecto a lo habitual. “Ya ocurrió el año pasado, que a 3 de febrero ya tuvimos que cerrar”, recuerdan desde Bueu. En 2020 volvieron a superar los 300 días de cierre.

Los mejilloneros de la localidad han tenido menos de un mes para trabajar –las primeras aperturas se decretaron el 5 de enero– pero en este tiempo no han parado. Ni siquiera domingos ni festivos. La elevada demanda por parte de las fábricas ha permitido al sector bueués colocar la mayoría del mejillóns que tenía en las bateas, aprovechando también que el resto de rías habían prácticamente agotado su producto.

Gardacostas se incauta de pulpo y centolla de captura ilegal y aparejos en Cangas y Beluso

El litoral de Cangas y el de Beluso son dos de los puntos donde agentes del Servizo de Gardacostas de Galicia, dependiente de la Consellería do Mar, se incautaron en los últimos días de distintas especies capturadas ilegalmente y de los aparejos empleados para ello. En la ensenada de Cangas fueron 132 nasas y tres kilos de pulpo los que fueron incautados, mientras que Beluso forma parte de un operativo en la ría de Pontevedra en el que se incautaron varios útiles y 350 metros de arte de enmalle y se decomisaron cerca de 30 kilos de centolla que fue devuelta al mar. Además, los agentes levantaron varias actas por supuesta infracción entre los profesionales identificados.