Veinte años no es nada, como diría el tango de Gardel, pero son los años de toda una vida que ya ha logrado cumplir la Asociación de diagnosticad@s de cáncer de mama de Cangas (Adicam). Este colectivo que nació con 40 personas y que ahora ronda los 1.350 asociados, cumple hoy 20 años haciendo memoria y también balance de cómo se ha tenido que reinventar en estos duros meses de la pandemia del COVID-19, con un exitosa incursión en las redes sociales. En esta mirada atrás, ahí está el recuerdo a Fina Acuña, que fue su fundadora y que el cáncer se la llevó en 2017. Ella con Begoña, Tere, Vanesa, Loli e Isabel pusieron en marcha Adicam con la meta de promocionar la prevención y detección precoz. Los primeros años de vida de la asociación fueron en un piso pequeño en la avenida de Marín, hasta que en febrero de 2013 se trasladó a su actual sede, en la Casa da Bola. El colectivo también tiene sedes en Pontevedra y en el Concello de Vigo.
La intención de Fina Acuña siempre fue cambiar el concepto de paciente por el de agente de cambio y crear un recurso, que no existía, en el que informar, acompañar, en el que hacer propuetas de mejora en los servicios hospitalarios a nivel provincial, sobre todo en lo referente al trato, la intimidad y la comodidad de las personas afectadas, ya que la parte emocional era fundamental para ella. Logró que Adicam mantuviera durante todo el año una actividad frenética para mejorar la calidad de vida de las personas diagnosticadas y ese legado lo asumió Olga Sotelo, su actual presidenta que sigue los pasos de la fundadora contribuyendo a que la asociación siga siendo un referente a nivel de Galicia.
Con ella trabaja una junta directiva de doce personas -11 mujeres y un hombre, familiar de una mujer afectada- sin la cual el trabajo diario no se podría llevar a cabo. Adicam organiza charlas de salud, tiene un equipo de investigación para saber si se puede disminuir la incidencia del cáncer y en octubre, coincidiendo con el Día Internacional del Cáncer de Mama es cuando desarrolla su labor más visible, con sus Xornadas Científicas, que reúnen a expertos; y la Marcha Solidaria Fina Acuña. Desde 2008 también edita un calendario con una imagen diferente de las mujeres mastectomizadas y desde 2011 organiza un certamen de arte. En 2014 comenzó con las Convivencias en feminino y en 2015 el programa 12 pasos que consiste en fomentar hábitos de vida saludables para la población en general, así como en 2016 comenzó a andar el Grupo Interactivo de pacientes y el programa “Ti queres ti podes” de estimulación cognitiva y de ejercicio físico adaptado a pacientes oncológicos.
La pandemia no ha impedido a Adicam seguir trabajando y, haciendo uso de las redes sociales, ha logrado seguir llegando a todos los hogares en los meses del confinamiento, del 13 de marzo al 31 de mayo, con un total de 1.129 intervenciones. En atención psicológica fueron 252 intervenciones; realizaron 244 seguimientos, 602 consultas, 24 derivaciones externas, 7 movilizaciones de recursos. En cuanto al alcance de las campañas en redes sociales, llegaron a 44.544 interacciones, de las cuales 36.001 fueron en Facebook; 2.489 en Instagram, en los programas “Eu quedo na casa”, “Servicio de atención psicológica”, “Acude ao teu médico”, “Marea Rosa”, “Eu merco no comercio local”, “E se a máscara te protexese do cáncer” y la Campaña solidaria Nadal” , además de 6.054 en los talleres online sobre estrés, patología mamaria y claves para afrontar la nueva realidad.
Olga Sotelo | Presidenta de Adicam
“Adicam es mi familia, es amor, mucho respeto, energía y alegría”
–¿Qué supuso tomar el relevo a Fina Acuña?
–Una responsabilidad muy grande, porque el trabajo que hizo Fina nadie será capaz de realizarlo como ella.
– ¿Qué significa para usted Adicam?
–A parte de mi familia, Adicam lo significa todo para mí, mucho amor, mucho respeto, energía, alegría, … Además de querer seguir adelante con el proyecto para todos aquellos pacientes que lo necesitan y, en definitiva, poder llevarlo a cabo en todos los sentidos.
–¿Cómo han sido estos meses de pandemia?
–Mucha responsabilidad para los tres psicólogos de la asociación, ya que esta situación, a la mayoría de personas les generó y les sigue generando bastante miedo y dudas y vienen necesitando, desde que comenzó la pandemia, la ayuda de los expertos para aliviar esos momentos tan críticos, y que, todavía a día de hoy, estamos pasando. Y también, las trabajadoras sociales, para poder asesorar en motivos laborales, tuvieron y tienen una carga de trabajo extra desde el principio, ante la situación laboral que se está padeciendo y que todavía se prevé peor.
–¿Siente que el virus ha desplazado de forma peligrosa la atención al cáncer de mamá?
–No, por lo que sabemos desde Adicam a la gente la siguen atendiendo en los hospitales y por nuestra parte no sentimos que no hayan completado sus consultas y tratamientos.
– ¿En qué se centra la lucha de Adicam?
–Lo principal en nuestra lucha es la atención a pacientes y familiares, en todos los sentidos ya sean psicológicamente, mentalmente o laboralmente.
Teresa Barros | Cofundadora con Fina Acuña
“Fina Acuña era un corazón abierto ”
Natural y vecina de Beluso, trabajó durante toda su vida en Cangas, como profesora en el colegio Compañía de María y ahora disfruta de su jubilación, superviviente del cáncer de mama, pero afrontando un tecero, de útero. Entró en contacto con Fina Acuña como diagnosticada de cácner de mama y también como profesora del colegio en el que estudiaban sus hijos. Recuerda que en el año 2000 Fina y ella estaban la dos con cáncer y empezaron una estrecha relación. Destaca las inquitudes de Fina, “era como un corazón abierto” y dice que tenía tanta empatía que no podía pensar que otra gente lo podía estar pasando mal con la enfermedad. Por eso, dice, Fina Acuña impulsó Adicam, de la que asegura fue su gran fundadora, a la que dedicó cuerpo y alma, y que en su caso ella solo ayudó. Eran años de mucha desinformación, afirma Teresa: “El médico te daba la noticia de que tenías cáncer y te quedabas en shock. Era necesario tener un punto de encuentro entre nosotras. Se trataba de hablar, compartir y dar esperanza”. Y así nació Adicam, una asociación que hasta su último momento Fina siguió impulsando. Teresa Barros apuesta ahora por luchar por una unidad de supervivientes del cáncer porque la enfermedad te deja tocada hasta en el alma.
