La Audiencia de Pontevedra juzga desde mañana a un hombre de Bueu y residente en Marín acusado de violar, agredir y robar a una mujer de 75 de años, también de Bueu, y para el que pide un total de 21 años de prisión. Además se reclama una indemnización superior a los 8.000 euros por las lesiones causadas y las secuelas psicofísicas que provocó en la víctima, además de la devolución de los 1.250 euros que robó.

El juicio se celebrará casi cuatro años después de los hechos, que se produjeron en la madrugada del 3 al 4 de marzo de 2017 en la vivienda de la mujer. El acusado accedió al interior tras romper los barrotes y los cristales de una puerta trasera y se dirigió al cuarto donde dormía la mujer, que estaba sola en la casa. Según el escrito de Fiscalía, el hombre vestía ropa oscura y un pasamontañas para evitar ser identificado e inmovilizó a su víctima atándole las manos por detrás con las cuerdas que llevaba y por las rodillas, además de pegarle cinta aislante en la boca y en la cabeza para evitar que gritase y solicitase ayuda. Después de consumar la violación, el acusado cogió una botella de vino y la derramó por encima de la mujer. También aprovechó para robarle 1.250 euros que tenía en un bolso y para evitar que pudiese solicitar ayuda de inmediato cogió su teléfono móvil y lo tiró a la basura. Finalmente, la mujer pudo salir de la casa y solicitó ayuda a sus vecinos.

Los hechos ocurrieron en marzo de 2017 y la detención se produjo en noviembre de ese mismo año. La Fiscalía solicita 15 años de prisión por el delito de agresión sexual; dos años adicionales por lesiones; y finalmente otros cuatro años por el presunto delito de robo con violencia. En este caso concurren las circunstancias agravantes de alevosía y disfraz.

A mayores se solicita una indemnización de 2.460 euros por las lesiones causadas y otra de 6.000 por por las secuelas psicofísicas. A mayores deberá devolver los 1.250 euros robados y abonalos 90 euros de la reparación de los cristales de las puertas.