La obra para la eliminación del tramo de concentración de accidentes (TCA) entre Lapamán y Bueu comenzó a finales del pasado verano y si todo transcurre según lo previsto estará concluida antes del inicio de la próxima temporada estival. La Axencia Galega de Infraestruturas (AXI) y la empresa contratista, Construcciones Taboada y Ramos, avanzan que a estas alturas los trabajos ya se encuentran ejecutados al 15%, incluyendo los movimientos de tierras más importantes, y apuntan hacia finales de abril como fecha de finalización. Al mismo tiempo, desde la Consellería de Infraestruturas iniciaban ayer el proceso para licitar una nueva actuación vinculada con la mejora de la seguridad vial: la senda peatonal entre Trasouto y A Portela. Entre los dos proyectos la inversión se acerca a los 1,8 millones de euros.

La supresión del TCA de Bueu es la primera que licita y ejecuta la Consellería de Infraestruturas dentro del plan que tiene diseñado para la comarca de O Morrazo. La titular del departamento autonómico, Ethel Vázquez, acudió ayer al lugar para ver in situ el estado de los trabajos junto a la delegada de la Xunta de Galicia en Pontevedra, Luisa Piñeiro, y representantes del Concello de Bueu con el alcalde, Félix Juncal, a la cabeza.

Los trabajos previstos se desarrollarán en un tramo de algo más de tres kilómetros y la intervención más significativa será la construcción de dos rotondas: la primera en el punto kilométrico 7+900, a la altura de Lapamán, y la segunda en el 8+985, en la zona de Castrelo. Los ingenieros de la AXI apuntaban ayer que de momento las labores se han concentrado en el segundo punto, donde la obra está bastante avanzada.

El proyecto incluye la dotación de cuatro puntos de redes semafóricas. Uno de ellos se segregó del proyecto inicial y ya se ejecutó, en las inmediaciones del acceso a la playa de Loureiro. Habrá otro en el cruce hacia A Torre y además se instalarán dos pasos de peatones inteligentes, que incorporan un sistema luminoso que se activa al detectar la presencia de personas. Uno estará en la zona de Agrelo y otro en Petís.

Tanto los ingenieros de la AXI como la propia conselleira Ethel Vázquez destacan que con esta intervención se da continuidad a la senda peatonal ya ejecutada en el Concello de Marín, que acababa justo en el límite con Bueu. “Serán otros 200 metros, que llegan hasta el cruce de la playa de Lapamán y bajará por el vial de acceso”, explicaban ayer sobre el terreno. Una de las mejoras introducidas en el proyecto es el acondicionamiento de un área de estacionamiento con capacidad para una docena de automóviles. Este espacio estará situado en el margen derecho –en sentido descendente– de la carretera de bajada a Lapamán, aprovechando el talud y desnivel con respecto a la PO-551.

“Obra esencial”

La conselleira de Infraestruturas insistió en que el objetivo de esta intervención es mejorar la seguridad vial en un punto de concentración de accidentes y dar mayor seguridad a los peatones. Buena prueba de la importancia que tiene el proyecto para el departamento autonómico es que se declaró como “obra esencial” en medio del primer estado de alarma y confinamiento con el objetivo de poder culminar el proceso de licitación y empezar cuanto antes los trabajos.

Otros 640.000 euros

La presencia de Ethel Vázquez en Bueu coincidió con la publicación en el Diario Oficial de Galicia (DOG) del anuncio para licitar otra obra estrechamente vinculada a la seguridad vial: la senda peatonal entre los lugares de Trasouto y el Alto da Portela, un tramo de casi dos kilómetros. En este caso la inversión es de unos 640.000 euros y las empresas interesadas tienen de plazo hasta el 19 de enero para presentar sus ofertas. Así, la previsión de la Consellería de Infraestruturas y de la AXI es que pueda estar operativa a principios del año 2022.

La senda tendrá un ancho de 1,8 metros, aunque en algunos puntos deberá reducirse a 1,5 metros, y a principios de este mismo mes ya se convocó a los propietarios con terrenos afectados para el trámite de levantar las actas previas a la ocupación de los mismos.

Los proyectos de Tirán y Domaio “avanzan”, y Juncal agradece que se atendiesen las alegaciones municipales

La conselleira de Infraestruturas se refirió ayer sucintamente a los proyectos de otros dos TCA en O Morrazo: los de Tirán y Domaio, ambos en Moaña. Ethel Vázquez aseguró que la tramitación de ambos continúa “avanzando” y de hecho en el de Domaio ya se ha convocado a los propietarios afectados por las expropiaciones. La intención es licitar la obra a principios del próximo año. Vázquez insistió en que la Xunta de Galicia es la “única” administración que cuenta con un plan para eliminar los tramos de concentración de accidentes en las carreteras de su titularidad. Defendió que a mayores de ese plan existe otro para la construcción de sendas peatonales para crear itinerarios seguros. “En el caso de O Morrazo son ocho sedas, con una inversión de 4,5 millones de euros”, manifestaba ayer durante su visita a Bueu. El alcalde de la localidad, Félix Juncal, volvió a dar muestra de la buena sintonía que existe entre las dos administraciones y agradeció a Ethel Vázquez que cumpliese con el “compromiso” de acometer los trabajos para la supresión del TCA entre Lapamán y Bueu. También destacó la voluntad de la Xunta de mejorar al obra al aceptar algunas de las alegaciones del Concello, como el desplazamiento de la rotonda de Castrelo, que finalmente se ubicará a la altura del vial que sube desde la playa de Portomaior. Tanto Concello como Xunta ya han empezado a hablar de otras actuaciones complementarias en la red autonómica en Bueu, como en la PO-315 a su paso por la parroquia de Beluso, pero las dos partes reconocen que “no se pueden hacer todas las obras de golpe”.