El edil de Cultura y la alcaldesa, en el encendido. | // G.N.

Después de Bueu, que fue el primero de los concellos de O Morrazo en encender el alumbrado de Navidad el jueves, ayer lo hizo Moaña, en una tarde-noche lluviosa y fría y con la plaza vacía de niños debido al protocolo del COVID, no como otros años abarrotada de gente. Pero el gobierno de Moaña, como asegura el concejal de Cultura, Carlos Juncal, se ha volcado este año en el alumbrado, con más arcos en el rural y centro urbano, pensando en los niños para mantener vivo el espíritu de Navidad. El encendido se realizó a las ocho de la tarde, en la Praza do Concello, con la entrada del consistorio adornada con motivos navideños y los ediles de gobierno haciendo gala de mucho optimismo para transmitirlo a todos los hogares de Moaña. El acto se retransmitió en streaming y todos los vecinos que se conectaron pudieron seguir este encendido tradicional que el COVID ha deslucido. Juncal asegura que se potenció en el rural con 60 arcos, y el centro urbano con tres decoraciones navideñas a lo largo del paseo y más arcos.