Clientes, en Cangas, recogiendo pedidos. | // GONZALO NÚÑEZ

La actividad hostelera regresa este viernes a toda la comarca de O Morrazo. Así lo anunció ayer el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, al explicar los cambios en las restricciones impuestas a los municipios de Galicia con peor comportamiento ante la pandemia de Covid-19. En lo que corresponde a la comarca, Cangas y Moaña seguirán en cierre perimetral, pero se relajan las medidas impuestas a la hostelería. Podrán reabrir las terrazas este mismo viernes, aunque con condiciones distintas en función de la incidencia acumulada de coronavirus que presentan.

También se relajan levemente las reuniones sociales de forma que desde el viernes los vecinos de Cangas y Moaña pueden mantener reuniones con no convivientes, pero nunca de más de cuatro personas.

Sobre la hostelería, en el caso de Cangas, se encuentra entre los municipios con nivel medio-alto de incidencia. Es decir, registró entre 150 y 250 contagios por 100.000 habitantes en los últimos 14 días. En esta situación la hostelería de Cangas puede reabrir desde este viernes un 30% de sus mesas en el interior de los locales y hasta un 50% de las mesas en las terrazas. Eso sí, solo se podrán juntar grupos de 4 personas como máximo y todos los locales deben cerrar a las 17.00 horas cada día.

En Moaña, cuyos establecimientos llevan menos de una semana cerrados, se permite también una apertura parcial aunque menos flexible que en Cangas. La villa moañesa se mantiene en los municipios con máximas restricciones, con una incidencia de contagios de más de 250 positivos registrados por 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Así las cosas, los bares, cafeterías y restaurantes de Moaña solo podrán reabrir este viernes sus terrazas. Estarán limitadas a un aforo del 50%. Como ocurre en Cangas, podrán sentarse grupos de hasta 4 personas sean o no convivientes. También deben cerrar los locales a las 17.00 horas cada día.

El regidor de Cangas, Xosé Manuel Pazos, se mostró un tanto incrédulo por las medidas adoptadas, a la vez que criticó que desde la Xunta no existiese una comunicación oficial a los concellos. “Limitar la apertura hasta las cinco de la tarde no sé si será un ensayo clínico para saber qué ocurre el fin de semana o qué, porque lo normal hubiese sido tener un horario reducido hasta las diez de la noche”, señala, antes de añadir que “la gente cuando pasea y sale es por las tardes y hacia la noche, y es cuando pueden beneficiarse los negocios de hostelería”. Por ello considera la reapertura “insuficiente, tímida, y un engaño a la hostelería para que se calle”. Pazos también apunta que “hay que equilibrar salud y economía y apelar a la responsabilidad, no cargar contra la hostelería”. Hoy tendrá una videoconferencia con el Comité Sanitario de la Xunta y planteará esta y otras cuestiones.

Gustavo Soliño, presidente de la Asociación de Restauradores de Cangas, reconoció que la noticia le cogió por sorpresa pero que las restricciones “suponen que esto sea poco más que nada”. Asegura que “con solo un 30 por ciento de mesas dentro y hasta las cinco de la tarde a muchos no les compensa abrir” y pone de manifiesto que “mucha gente lo está pasando mal. Hace dos días pasaron el recibo de autónomos, hay que pagar luz, agua, y las ayudas llegan a cuentagotas y no son la panacea”. Su lamento principal es que “asumimos que todos tenemos que arrimar el hombro, pero aquí lo hacemos unos más que otros. Somos de los sectores en donde se han adoptado más medidas de seguridad y desinfección”.

En Moaña, la alcaldesa Leticia Santos explica que esta restricción horaria se le propuso al conselleiro de Sanidade cuando se anunció el cierre perimetral “y nos indicó que estaban trabajando en una medida similar”. La regidora considera una buena noticia la reapertura parcial de la hostelería “porque este sector está pagando las consecuencias de la cantidad de contagios sin tener la culpa. La inmensa mayoría de locales cumple con todas las normas y los datos reflejan que es en reuniones familiares en donde se produce en mayor medida la transmisión del virus”.

Eso sí, Santos entiende que es necesario reabrir también parte de las mesas interiores de los locales, “porque supone un servicio grande a mucha gente que trabaja fuera de casa, como los obreros de la construcción, y que no tienen en donde comer en estos momentos”.

En el sector esta relajación fue acogida con diversidad de opiniones. Mientras algunos locales anuncian la reapertura parcial de sus terrazas este viernes, otros desvelan que, ante el escaso espacio exterior que tienen “no nos compensará volver a abrir de momento para atender solo a tres meses”, explican desde un establecimiento.

137 positivos activos, 16 de ellos en colegios

La evolución de la pandemia en la comarca deja, a fecha de ayer, un total de 137 positivos activos. De ellos, 78 son vecinos de Moaña. La situación en este municipio sigue estabilizándose desde el cierre perimetral del pasado jueves. En Cangas se registran 54 vecinos afectados de Covid-19, mientras en Bueu hay ya apenas 5 casos activos. En los colegios la tendencia es positiva y el número de alumnos contagiados baja a 16. De ellos, 9 son estudiantes de centros educativos de Cangas: 1 del CEIP Castrillón, 2 de Nazaret, 2 del colegio Espiñeira-Aldán, 1 de San Roque, 2 del instituto Rodeira y 1 del María Soliño. Los colegios de Moaña evolucionan muy bien y mantienen solo 5 casos activos: 1 en la guardería Dalila, 1 en Abelendo, 1 en Quintela, 1 en Reibón y 1 en el instituto As Barxas. En Bueu, por su parte, se registran solo dos positivos activos en el ámbito educativo. Uno en el instituto Johan Carballeira y el otro en el colegio Virgen Milagrosa.