La directiva de la Asociación Séptima Lista Robaleira de Bueu quiere evitar iniciar una polémica con los usuarios que se oponen al cambio de régimen en el pantalán número cuatro del puerto y defiende la conveniencia del proyecto de remodelación que impulsa, que permitirá ofrecer “servicios y amarres dignos” a los usuarios. “A los actuales usuarios se les dio la posibilidad de reservar una plaza de manera directa y sin concurso en el nuevo pantalán. Hubo 29 personas que así lo solicitaron y las diferencias con respecto a la actualidad son mínimas”, asegura el presidente de Robaleira, Luis Gómez.

Desde la asociación defienden que el actual pantalán presenta unas condiciones precarias, tanto en lo que se refiere a la oferta de servicios básicos como en lo que respecta a las condiciones del amarre. El proyecto que impulsa Robaleira incluye la colocación de “fingers” para facilitar el embarque y la dotación de agua, electricidad y un sistema de seguridad con cámaras de videovigilancia y control de acceso para evitar robos. “No estamos hablando de precios desorbitados y en la tarifa se incluye un seguro de responsabilidad civil. Para una embarcación de 5 metros de eslora [16 plazas] la cuota mensual es de 22 euros al mes y para una de 6 metros [31 plazas] es de 27”, explica Gómez. El precio sube a 36,65 para las de 7 metros [4 plazas], 45 para las de 8 metros [17 plazas] y 64,39 para las de 10 metros [solo una].

El presidente de Robaleira reconoce que los adjudicatarios deben hacer frente a un pago inicial por la propiedad de la plaza, una cuantía que va desde los 3.400 euros para las de 5 metros de eslora hasta los 11.500 para las de 10 metros. Ese derecho de propiedad concede a los adjudicatarios la posibilidad de mantener el amarre, alquilarlo o incluso venderlo. “Desde el primer momento se dijo que para hacer frente a esa cantidad desde la asociación y la empresa se iban a ofrecer todo tipo de facilidades. Se pidió a la gente que lo necesitase que acudiese a hablar con nosotros y a los que vinieron se le buscó una solución”, subraya.

Este es un punto importante para la directiva de Robaleira, que recuerda que los barcos que amarran actualmente en este pantalán lo hacen con un permiso en “precario”, que no es inscribible en el Registro de la Propiedad y por un periodo máximo de cuatro años, según reza el texto de las autorizaciones de Portos de Galicia.

La remodelación del pantalán permitirá ofrecer un total de 69 puntos de amarre, de los que 29 estarán ocupados por usuarios actuales, mientras que el resto de plazas fueron adjudicadas en un sorteo público celebrado en el Centro Social do Mar. La demanda volvió a superar a la oferta disponible y se creó una lista de espera en la quee hay 40 personas. “La mayoría de los usuarios siguen siendo jubilados del mar”, insisten desde la directiva.

El proyecto de Robaleira aún tiene que ser aprobado por Portos de Galicia y superar un periodo de exposición pública. “Nosotros le dimos la oportunidad a todo el mundo. Entendemos la reclamación de los socios, que demuestra que la oferta de plazas es insuficiente. Estamos dispuesto a apoyarlos donde sea necesario, pero a esta convocatoria acudieron tarde”, concluye Luis Gómez.