No sé si será por eso de que es época de ver los alumbrados porque llega el momento de encender las luces de Navidad, pero los vecinos del barrio de Xestadelo, en Espiñeira, en Aldán, comprobaron con felicidad cómo ayer, después de quejarse públicamente porque llevaban un mes con las bombillas fundidas en el alumbrado público, se desplazaba desde el Concello el electricista municipal y se puso manos a la obra. Navidad no sé si habrá mucha este año con todo el problema de la pandemia, y las luces de Navidad no sé si nos harán más felices o nos recordarán tiempos mejores, pero en Xestadelo, al menos, ya tienen luz.
