Las restricciones a la comarca de O Morrazo por la pandemia de Covid-19 viven esta medianoche una vuelta de tuerca más. Ayer el comité clínico de expertos que hace seguimiento a la evolución del virus en Galicia acordó, tras una reunión de casi tres horas, mantener las restricciones especiales en Cangas y sumar a las mismas a Moaña. Eso sí, no se permitirá el desplazamiento entre ambos municipios, sino que el cierre perimetral será por separado para evitar que la situación peor de Moaña repercuta en Cangas, en donde el número de positivos no para de reducirse desde que se decretaron estas duras medidas la primera semana de noviembre.
Así las cosas, Moaña pasará desde esta medianoche a tener cierre perimetral. Las reuniones sociales solo estarán permitidas entre convivientes y todos los locales de hostelería deberán cerrar hasta nuevo aviso. Los propietarios y trabajadores de bares, cafeterías y restaurantes verán como se cumplen sus peores augurios y deberán echar el cierre excepto en lo referente a la venta de productos para llevar.
En Cangas el alcalde, Xosé Manuel Pazos, había solicitado el jueves el final de estas medidas extraordinarias y el regreso a las restricciones comunes al resto de Galicia. Cangas cuenta en estos momentos con 39 contagiados. La decisión ayer fue un jarro de agua fría para los hosteleros de Cangas que aguardaban la reapertura. El alcalde mostró su enfado. “Es inadmisible. Entendemos que hay que conjugar salud con economía, pero la evolución de los datos de Cangas, tras varios días con cero positivos y 39 infectados en total, son aval suficiente para levantar las duras restricciones a la hostelería”, señaló el regidor nada más conocer la decisión de los expertos sanitarios.
Pazos se expresa con dureza: “No me vale de nada que se pretenda excusar en la presión de casos del área sanitaria de Vigo. Hay concellos que están dentro de la misma y no padecen el cierre perimetral. Será un comité técnico el que toma las decisiones, pero estoy empezando a dudar si no hay un componente político también en su seno, porque la decisión es incomprensible”.
Concluye relatando que “en Cangas, cuando se tomó la medida tan dura de las restricciones especiales la acatamos con serenidad, pues sabíamos que era alto el porcentaje de infectados. Pero todos hicimos un esfuerzo para volver a situar a Cangas fuera del cierre perimetral, y ese esfuerzo no está siendo compensado. Nos deben una explicación. Hay mucha gente pasándolo mal”.
En Moaña los casos se dispararon en los últimos días. En estos momentos hay 85 positivos y la decisión de endurecer las medidas era una posibilidad real. Tras la reunión de los expertos el propio conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, llamó a la regidora, Leticia Santos. Señaló que incorporará a Moaña a las reuniones telemáticas de seguimiento de los jueves.
El Sergas no puso fecha al cierre perimetral en Moaña. Aunque en un principio se decreta por un mes, la evolución de los contagios se estudiará cada semana y podrían suavizarse antes las medidas.
La regidora, que reconoce la “dureza” de la decisión, espera que sirva para reducir los contagios. Santos pide a los vecinos que “respeten las nuevas medidas para salir lo antes posible de esta situación y poder regresar a la nueva normalidad”. Pide también prudencia a los moañeses “ante el riesgo que hay de colapso en las UCIs” y recuerda que es responsabilidad de todos rebajar la presión sanitaria.
Veinte positivos en colegios, la mayoría moañeses
El Covid sigue afectando a los centros educativos de O Morrazo. En el primer informe del Sergas sobre la incidencia de la pandemia en estos espacios, solo Bueu se libra y no presenta ningún positivo en colegios. Hay en total veinte positivos activos entre los alumnos de Moaña y Cangas. La peor parte se la llevan los centros moañeses, con 16 niños contagiados. Cuatro de ellos en un aula de Domaio que poco a poco empieza a ver cómo los pequeños reciben el alta. Otros tres casos se encuentran en el CEIP Reibón y otros tantos en el CEIP Quintela. El instituto As Barxas tiene dos positivos y el IES A Paralaia uno, igual que ocurre en el centro de infantil Dalila y en los colegios de Abelendo y Seara. En Cangas hay cuatro casos activos en estos momentos, dos de ellos en el instituto Rodeira. Un positivo tiene el CEIP Nazaret y otro el colegio Casa de la Virgen.
Un brote con 8 casos cierra un centro de día moañés
Los centros de día se habían mantenido ajenos en su gran mayoría al virus desde que pudieron reabrir sus puertas. En el área sanitaria de Vigo solo se había cerrado uno de forma preventiva en Valladares por algún contagio. Pero el Covid-19 es incontrolable. El centro de día Apreixo, ubicado en el barrio del Rosal, en Moaña, se ha visto obligado a cerrar sus puertas tras un brote que afecta a ocho personas: seis usuarios y dos trabajadores. Según apunta Olga Rosales, la directora del centro, todos los positivos están asintomáticos y tanto ellos como el resto del personal y usuarios se encuentran en cuarentena domiciliaria. Se sospecha que fue un familiar de una de las personas anotadas en el centro, que no presentaba síntomas, el que introdujo el virus en las instalaciones. Un usuario dio positivo y obligó por tanto a hacer un cribado tanto entre los mayores como entre los trabajadores. Ahora todos están en cuarentena a la espera de que los contagiados den negativo en dos pruebas PCR. Hasta entonces, este centro privado en principio mantendrá sus puertas cerradas. Ahora mismo además únicamente tiene cubiertas 29 de las 60 plazas que ofertan, por una parte porque se trata de un centro de reciente creación pero también, sospechan sus propietarias, por el miedo de mucha gente a anotar a sus mayores en instalaciones de este tipo. Nada tiene que ver, no obstante, la situación de los centros de día con la de las residencias. En los primeros, desde su reapertura tras la primera ola del Covid, apenas ha habido algún caso aislado y nunca se había producido hasta ahora un brote de estas características, con ocho personas infectadas. Los protocolos están funcionando por lo general y las medidas de seguridad son extremas para evitar contagios.
