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El Concello expropiará la finca del cementerio ilegal de Coiro si no cierra ya un acuerdo con la propiedad

El concejal Eugenio González intenta llegar a un arreglo económico para resolver un asunto 15 años enquistado

Anexo al cementerio de Coiro construido en una parcela privada y tomado por la maleza. | // G.NÚÑEZ

Con la regularización del anexo del cementerio de Darbo ya encauzada, el concejal de Urbanismo de Cangas, Eugenio González, espera que el promotor liquide las tasas pendientes con el Concello por los nichos construidos de más para citar a las partes y resolver definitivamente su titularidad y mantenimiento. Mientras, el edil también pone ahora el foco en lograr el visto bueno de la Consellería de Sanidade a todos los nichos levantados en las últimas décadas en los cementerios de Cangas, Aldán, O Hío y Coiro conforme a la nueva normativa de sanidad mortuoria, y, con respecto a este último, en resolver el litigio sobre la parcela hacia la que se amplió el camposanto, que es de propiedad privada y fue ocupada por el Concello sin que existiera un contrato de compra formal. González prevé reunirse esta semana con el abogado de la dueña del terreno en busca de un acercamiento sobre el precio a pagar por el Concello y que el arquitecto municipal tasa muy lejos de sus pretensiones. “Haremos un último intento por llegar a un acuerdo, pero si no es posible iniciaré ya el expediente de expropiación”, asegura el representante municipal, que quiere “agilizar y resolver ya” este asunto.

El problema se pone periodicamente sobre la mesa, sin avances aparentes. Ni el alcalde, Xosé Manuel Pazos, primero, ni el concejal después han logrado desbloquear el problema en las negociaciones que han mantenido con la otra parte. Desde el Concello indican que la finca está en suelo rústico y su precio de mercado no supera los 15.000 euros, cuatro veces menos de lo que calcularía la propiedad, aunque se barajan también otras compensaciones no dinerarias, porque los responsables municipales son conscientes de que se trata de una obra pública en terrenos privados y que otra de las alternativas es la demolición, con una mayor pérdida económica y de la oferta de nichos. Comprar o expropiar siguen siendo las prioridades, y para ello el edil ya dispone de un informe jurídico al respecto, aunque la segunda vía podría acabar en el Tribunal de Justiprecio.

“Es una lástima ver esto abandonado e invadido por la maleza después de tanto dinero invertido ahí”, lamentaban varias vecinas que ornamentaban los nichos del cementerio “nuevo” de Coiro en el puente de Santos y Difuntos. “Si no se arregla ya, puede que la solución llegue tarde, porque la gente opta cada vez más por la incineración frente al enterramiento”, abundaba una de ellas, partidaria de la primera opción. Otra de las quejas de los usuarios habituales es la inexistencia de un acceso “en condiciones” al cementerio municipal más allá de la única entrada a través de unas escaleras en pendiente y poco aptas para personas mayores y con movilidad reducida. De llegar a un acuerdo para legalizar el anexo, el Concello “empezaría por habilitar otra entrada” a ras de suelo y accesible para todos.

El asunto lleva tres lustros de trámites y ya pasó por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), que en 2007 anuló “la actuación material del Ayuntamiento de Cangas constitutiva de vía de hecho”, desestimó “la pretensión pecuniaria sustitutiva por importe de 31.395 euros” y condenó a la Administración local “a restablecer la situación vulnerada” , que se traduce en dejar limpia la finca.

Ampliaciones y demanda que pierden fuelle

El final del milenio fue también el de la demanda masiva de nichos en los cementerios, y Cangas no es una excepción. Ya en el año 2004, el entonces alcalde, José Enrique Sotelo, anunció que, una vez que se ejecutaran los proyectos de Coiro y Aldán, en los que se iban a construir un total de 1.420 nichos (616 y 804, respectivamente) desde el Concello no se iban a realizar nuevas ampliaciones de los camposantos del municipio. El regidor popular argumentó que eran varias las razones. Por una parte, que ya no hay espacio en los cementerios, y, por otra, que dada la evolución de las costumbres, con un incremento de las cremaciones, los que existían ya eran suficientes. Tres lustros después, no ha habido nuevas propuestas, aunque las autoridades pretenden regularizar las construidas en las últimas tres décadas, ya sin la presión de la demanda que los impulsó. El entonces máximo responsable de la institución municipal, avalado por las estadísticas, llegó a augurar que en el plazo de unos cincuenta años, en Cangas habría un único cementerio y que sería oferta suficiente. Lo que pasará dentro de medio siglo está por confirmar, aunque varias usuarias del de Coiro aseguran que allí hay “varios nichos que están a la venta y no encuentran compradores”.

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