La implantación de un “Eixe de Mobilidade Segura” para interconectar los centros urbanos de Moaña y Cangas a través de Tirán y Coiro, que la Diputación de Pontevedra impulsa en el marco del plan DepoRemse, han despertado el interés de 11 empresas dispuestas a acondicionar el tramo cangués y que han presentado ofertas en tiempo y forma, según constató ayer la mesa de contratación, que se reunió ayer para abrir los sobres con las propuestas. La ejecución del proyecto, que en la parte de Moaña realiza la mercantil Covsa y está muy avanzado, debe continuar ahora por Cangas, y la adjudicataria dispondrá de cuatro meses de plazo para ejecutarlo a contar desde la firma del contrato, que será en diciembre o enero. Antes, la mesa de contratación volverá a reunirse para valorar las 11 ofertas y elegir la más ventajosa, señala la concejala socialista Sagrario Martínez, que ayer la presidió en ausencia del alcalde, Xosé Manuel Pazos.
Desde el Concello optaron por no desvelar aún la identidad de las candidatas a asumir un contrato que asciende a 600.000 euros y que debe estar rematado antes del 30 de junio, fecha límite para justificar la ayuda de la Diputación y que permitirá disfrutar de la nueva senda en verano. Las ofertas económicas presentadas son muy similares, señalan, y la mayoría opta por añadir mejoras en obra e iluminación, dotación de mobiliario urbano y señalización, entre otras, que complementen el proyecto. En todo caso, la imagen deberá mantenerse conforme a los criterios comunes adoptados para el conjunto de la propuesta en Moaña y Cangas.
La actuación principal en territorio cangués da continuidad al Camiño Real por el denominado Camiño Vello de Rodeira, que discurre junto al colegio Casa da Virxe. Parte de la PO-551 (avenida Castroviejo, antes de la rotonda del Gordo) para volver a la PO-551 en el cruce de Santo Domingo. El proyecto contempla actuaciones en las vías transversales de A Garita y en el núcleo de A Pedreira. Una de ellas se centra en el camino que llega hasta Ameixoada y pasa bajo la variante de acceso a la Autovía do Morrazo para enlazar con la PO-1104 entre Ameixoada y Coiro. La otra es un ramal que parte del núcleo de A Pedreira hacia el colegio de A Rúa para convertirlo en “camino escolar seguro”. Se mejorará la iluminación y los demás servicios, y todo el tramo se pintará en azul, que indica preferencia peatonal, pues en su ADN está dar protagonismo a las personas frente a los coches.
20 firmas compiten por realizar la mejora de la calle Síngulis
Aún más concurrido que el enlace viario seguro está el concurso para acometer la mejora de la calle Síngulis y el entorno de la plaza que le da nombre, presupuestado en 193.000 euros y al que se presentaron una veintena de empresas, según confirmó ayer la mesa de contratación. El objeto del contrato es la pavimentación y la completa renovación de los servicios existentes en la calle Síngulis y en la plazoleta que la articula, sustituyendo tuberías de abastecimiento y saneamiento, así como la actual pavimentación por un solado de piedra similar al de espacios adyacentes y un “despiece” de paños de hormigón con filas de piedra intercaladas en la plaza, “configurando un espacio singular”, en palabras de la arquitecta municipal Mª Isabel Medraño La actuación se enmarca en el centro histórico de Cangas, por encima de la Rúa de Cervantes, a la altura de Álvaro Guitián y próxima a uno de los extremos del Casco Vello, en donde se accede desde la Avenida de Vigo, conformando una especie de pequeña colina. Comunica con la Rúa Berbetaña y es una zona eminentemente residencial, sin comercio ni bares, resume la memoria del documento. La superficie aproximada de intervención es de 620 metros cuadrados, que abarca la pequeña plaza y la calle. La zona “precisa de un plan de reactivación, modernizando las instalaciones existentes, pues algunas viviendas ni siquiera disponen aún de los suministros básicos”. Incluso se da la situación de que en una zona concreta la canalización de saneamiento discurre sin tubo, “la propia piedra del subsuelo hace de conducción, con los consiguientes riesgos para la salubridad de la zona” donde afloran las rocas, aunque esa imagen “constituye una de las características esenciales y distintivas de este lugar, que le dan encanto especial”, destacan los promotores. La actuación municipal, financiada por la Diputación a través del Plan Concellos, permitirá “humanizar la zona, mejorarla y ganarla para uso de la ciudadanía”, con más comodidad, nueva iluminación led y mejoras que eviten los tropiezos y caídas que se producen con relativa frecuencia en ese entorno.
